MUJERES FUERTES

Por encima de mi cadáver. Mona Hatoum
Considero que la exposición HEROÍNAS, en el Museo Thyssen y en la Fundación Caja de Madrid, es una de las más acertadas de la temporada. Representa un conjunto de obras de arte, principalmente pinturas sobre la mujer fuerte, activa, independiente, creadora y triunfante, una iconografía que sirve de estimulo, de empoderamiento, según se informa al visitante, para las propias mujeres, en la lucha por la igualdad frente al hombre.
La exposición sigue un orden temático en torno a una doble división, el poder físico de las heroínas y el espiritual. Resultan un total de once apartados, siendo el primer tema, Sólas, sin duda, la característica más esencial de la mujer independiente o heróica, donde se combinan obras de diferentes época, creadas en la tradición patriacal, con alguna de una artista contemporánea, aspecto que se repetirá en los demás. En este primer apartado observamos la estupenda  elección del cuadro de Edwar Hopper, Habitación de hotel, 1931.
A lo largo de la visita observamos a la mujer cariátide, ménade, atléta, amazona, maga, mística, lectora o pintora, representada en los más variados soportes del óleo, fotografía o video, todo un lujo que combina a los más renombrados artistas masculinos y femeninos. La mirada del arte clásico siempre fue patriarcal, masculina que desvelaba através de su deseo, esa fuerza independiente. La desconfianza o sospecha frente a la mujer, destructora, fatale, maga, virgen o santa. El visitante puede disfrutar ante obras de Caravaggio, Rembrandt, Goya, Degas o de artistas contemperáneas como Mona Hatoum, Marina Abramovich y Julia Fullerton-Batten.
Este conjunto de obras se centran, así, en la imagen de la mujer independiente y autónoma, libre, bajo la dominación patriarcal, entendida como una perspectiva que transmuta el deseo masculino, que enriquecen las miradas contemporáneas más igualitarias ante esa diferencia de género, todo un contrapunto visual, cultural muy adecuado en la exposición. Hay por tanto un antes y un después según el paso del tiempo, de la historia, de la cultura, en la forma de entender a la mujer, de mostrarse según el arte.
Destaco, finalmente, el último capítulo titulado pintoras, un extraordinario conjunto de cuadros, que tal vez, nunca veremos reunidos, de autorretratos, donde se unen los roles, de modelo, el tradicional, y el de autora, antes generalmente dedicado al hombre. Disfrutamos de un grupo especial ya que son escasas las artistas que la historia del arte nos ha dejado como ejemplo.

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