IMPRESIONISMO FEMENINO

En el baile. 1875
Pequeña exposición, pero significativa que organiza el Museo Thyssen con el nombre de BERTHE MORISOT. La pintora impresionista, la primera monográfica dedicada a esta artista, en la que se exponen sobre todo un conjunto de pinturas, dibujos, pasteles y grabados provenientes del Museo Marmonttan Monet de París, al cual fue a parar el legado personal de la pintora tras la muerte de su hija, Julie, heredera de la obra que conservó siempre en propiedad.
La exposición se completa con pinturas que posee el Museo Thyssen especialmente de Manet, Degas, Renoir y Monet, que sirve para confrontar los estilos pictóricos de Berthe con sus compañeros impresionistas. La muestra se inicia con una biografía de la artista desde su nacimiento en la década de los cuarenta del siglo XIX, hasta su muerte en París en 1895. Se formó copiando a los grandes maestros en el Louvre, con los pintores paisajistas del realismo, como Camille Corot, y también con la influencia de Edouard Manet, su cuñado, del cual sería modelo y admiradora siempre.
Jugó un papel destacado en el desarrollo del Impresionismo al participar en las distintas exposiciones del grupo e incluso, junto a su marido, Eugéne Manet, a promover las mismas, como una auténtica animadora cultural. Llegó a ser destacada por intelectuales como Stefane Mallarmé y Paul Valéry, que escribió sobre su obra como el diario de una mujer expresado a través del color y el dibujo. Un estilo delicado, centrado en los paisajes, los interiores domésticos y en la figura femenina, donde capta mejor que ningún otro impresionista la femineidad de las retratadas desde su carácter más íntimo. Construye las imágenes a través de trazos largos y rápidos, un sello personal que le identifica de otros compañeros de grupo, y le aproximan a la manera de pintar de Manet.

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