EL ARTE DE LOUISE BOURGEOIS

Louise Bourgeois. Foto de R. Mapplethorpe
Se conmemoran diez años de existencia de La Casa Encendida, centro cultural de la Obra Social de Caja Madrid. Durante este otoño podremos disfrutar de la exposición, LOUISE BOURGEOIS, HONNI SOIT QUI MAL Y PENSE, dedicada a sus últimos diez años de creación artística, los que vivió dentro del siglo XXI, cuando falleció longeva en 2010 a los noventaydos años. Sin embargo la obra aquí expuesta, el dibujo y la escultura, tiene una intensa vitalidad juvenil. Es una buena muestra de su proceder artístico y de la forma de comprender el arte, entendido como una exploración de la memoria y de los sentimientos, de los recuerdos infantiles, de su experiencia personal. Suponen la concreción de unas vivencias hasta cierto punto reprimidas, no siempre presentes en el sentido freudiano. El arte de Louise Bourgeois, así, se aproxima a lo surreal, a la representación del inconsciente personal. En una de sus obras se puede leer la frase, he tenido un flash back que nunca ha existido.
Ella misma se define como una artista de psicología femenina, pero no feminista. Fue la primera mujer a la que el MOMA de Nueva York dedicó una gran retrospectiva. Por ello se pueden comprender las esculturas y dibujos de la maternidad o la lactancia de la presente exposición, contextualizadas, sin romper puentes con lo masculino a causa de su forma dual de crear:  lo privado y lo público, mirar y ser visto, lo femenino y lo masculino, la emoción y la razón. El espectador, por otra parte, destaca en sus obras la importancia del lenguaje, del concepto que acompaña a la obra artística como título o complemento expresivo. De esta manera, el nombre de la muestra alude al de un dibujo a modo de autorretrato que cita el lema de la Orden de la Jarretera: MAL haya QUIEN mal piense. Otra obra suya, Otte, es un poema con música, recitado y cantado por una mujer donde expresa sus ideas sobre la identidad femenina.

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