EL ARTE DE SALVADOR DALÍ

Salvador Dalí. Philippe Halsman, 1954
El Museo Reina Sofía en colaboración con el Centre Pompidou, muestra la exposición DALÍ. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas, un amplio recorrido por la obra del artista catalán tan admirado y controvertido para el público, que pretende reivindicar su importancia para la historia del arte del siglo XX más allá de la aportación al movimiento surrealista. El subtítulo ha sido extraido de su artículo San Sebastián (1927) que fue el primer manifiesto artístico de este pensador, escritor y creador. El espectador que guarda amplias colas para poder disfrutar de un arte perturbador y original, se enfrenta a más de doscientas obras organizadas en once secciones: Del vidrio de multiplicar a la putrefacción; Autorretratos; La miel es más dulce que la sangre; Surrealismo; El Ángelus; El rostro de la guerra; Surrealismo después de 1936; América; La vida secreta; Escenarios, y El enigma estético.
Las primeras obras comprenden un periodo de formación marcado por la influencia familiar y el paisaje natural que le rodea los primeros años. La llegada a la Residencia de Estudiantes de Madrid le marcará desde el punto de vista humano como artístico, por la amistad con el poeta Federico García Lorca y el director de cine, Luis Buñuel. En esta época, Dalí experimenta con los lenguajes de las vanguardias, el cubismo, el fauvismo o el futurismo. Sin embargo, la participación e influencia en el surrealismo, considerándosele uno de sus miembros más relevantes, es la más importante, también el núcleo de la muestra. De esta manera fue el inventor del método paranoico-crítico, un procedimiento creativo no a la manera pasiva del automatismo, sino activo, basado en el delirio de la interpretación paranoica. El mundo libre del inconsciente individual o colectivo produce diversas imágenes invisibles en el que el espectador es partícipe. Tal método lo aplicó a la interpretación del cuadro del pintor Jean-François Millet, El Ángelus, al que se dedica un apartado especial.
Los convulsos años treinta y cuarenta marcados por la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial, los pasará viajando y residiendo en Francia y EEUU. Se consolidará como uno de los artistas más relevantes del surrealismo, extendiendo su impronta más allá de Europa. Igualmente mostrando otra de sus características esenciales, el hacerse eco de los descubrimientos científicos de cada periodo que el artista lleva al arte, para ampliar la experiencia estética, del conocimiento. Así, se mostrará interesado en los progresos en la energía nuclear, en el mundo obsesionado por el armamento de este tipo en la Guerra Fría. Por otra parte tiene una magnífica faceta como escritor, especialmente cuando da a conocer, su autobiografía, La vida secreta de Salvador Dalí.
La visión del artista quedaría incompleta si no se muestra su faceta mediática, un verdadero pionero, en el que se utiliza a sí mismo como objeto de estudio o protagonista. Participará como un showman en happenings y perfomances, valorando también el gusto teatral que poseía. A lo largo de su carrera contribuirá a la evolución del cine y el diseño de decorados y vestuario. En la exposición se proyectan, Un perro andaluz, y La Edad de Oro, en versión completa, y las colaboraciones con Alfred Hitchcock o Walt Disney, así como diferentes spots publicitarios. Hasta el final de su vida siguió ejerciendo de sí mismo, mostrando una pluralidad de intereses que expresaría a través de las más diversas y creativas formas.

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