LA MÚSICA DE LA NOSTALGIA

Cuando un músico, un artísta alcanza la fama, el público conoce su personalidad a través de la obra que le ha llevado a tener éxito. Si quiere un retrato completo, necesita saber de la vida desde la infancia hasta convertirse en una leyenda. Las razones de ser de una manera o de otra. Aquellos factores que influyeron en la producción musical y en las letras de las canciones. Esto es lo que pretende la directora y guionista, Paloma Concejero, en el documental, ANTONIO VEGA: TU VOZ ENTRE OTRAS MIL, sobre la figura del famoso cantante y compositor de obras como La chica de ayer o El sitio de mi recreo.

Nacha Pop
Para ello dispone de unos documentos visuales y sonoros de primer orden. En primer lugar, las propias opiniones del cantante grabadas durante cuatro años en una serie de encuentros para que el escritor Bosco Ussía realizase su biografía. Dichas opiniones aparecen como voz en off durante el documental tratando diversos temas personales. En segundo lugar, la extensa intervención de la familia, especialmente la madre y un hermano músico, así como de la ex mujer, Teresa Lloret, y la madre de la novia fallecida, Marga del Río, que fueron los grandes amores de su vida.

Con Marga del Río
En tercer lugar, los amigos, compañeros y otras voces como algún productor. Aquellos que formaron parte también de la famosa banda Nacha Pop; los músicos que le acompañaron en solitario; lo mismo que aquellos que le acogieron en sus hogares y fueron testigos de su constante huida. Finalmente la fotos y los vídeos familiares grabados por el padre en súper-8, el formato de cine utilizado antes de emplearse el vídeo casero; las grabaciones de las distintas actuaciones y entrevistas en televisión y radio de las que hay testimonio.

En el Bar El Penta
El resultado no ha gustado a la familia a pesar de que sus opiniones y documentos son la base del mismo documental. Es cierto que en determinados momentos se recogen intervenciones muy críticas con el famoso artista, sobre todo de los propios allegados. Antonio Vega recibió una buena educación en el Liceo Francés de Madrid, favorecido por el estatus social de clase media alta en el que nació. El padre ejercía de médico y tuvo cinco hermanos, dos de los cuales murieron antes que él.. Desde la adolescencia destacó por sus dotes artísticas.


Sin embargo fracasó tras aprobar el bachillerato. No pudo continuar los estudios de Arquitectura, ni de Física. Prefirió dedicarse a la música en contra de la opinión de los padres. Al elevado coeficiente intelectual, superior a la media, le acompañaba una personalidad introvertida y tímida, muy volcada a la composición musical, en la que empeñaría la propia salud. No podía afrontar los problemas que le surgían día a día y las drogas, que le influyeron radicalmente, le ayudaban en esta dirección.


Desde joven alcanzó el éxito en la música pop. Luego tras un periodo de crisis, iniciaría la tortuosa carrera en solitario desde finales de los ochenta. Llevó una vida al límite marcada por la toxicomanía, una huída de sí mismo, rodeado en cada momento por la gente que le pretendía ayudar. Siempre mantuvo la lucidez suficiente para continuar componiendo. La muerte de su novia, le llevó casi a la suya propia. Cuando logró remontar el profundo bache, le surgió la enfermedad terminal que pondría fin a su trayectoria, caracterizada por un conjunto de canciones, la banda sonora que evoca con nostalgia un mundo en el que confluyen  la infancia y la adolescencia y aquel interés por los secretos del Universo.

UN BANQUETE CRUEL


El Círculo de Bellas Artes de Madrid en colaboración con otras entidades organiza la exposición, OUKA LELE, UN BANQUETE CRUEL, Pour Quoi?, en la que la famosa fotógrafa pone su arte al servicio de una causa justa, que el público tome conciencia del genocidio que se está produciendo en la República Democrática del Congo, donde hasta el momento millones de personas han muerto por la guerra civil entre el gobierno y los rebeldes. Los dos bandos armados por las potencias que se están dando un banquete con las valiosas materias primas que tiene el territorio, oro, diamantes, y sobre todo coltán, la materia prima con la que se fabrican los móviles y los ordenadores.


La muestra comprende dos espacios: una sala grande en cuyo centro hay una gran mesa con platos, copas, y rodeado por un montón continuo de los circuitos integrados de nuestros aparatos de tecnología avanzada. En cima de la mesa, a la vez que imágenes de ricos manjares, hay calaveras y huesos de las víctimas de la guerra, ejemplos que se repiten en las grandes fotografías de las paredes. A ello se une imágenes de fetos malogrados por las violaciones. Porque otro objetivo de la exposición se centra en la lucha contra la violencia sexual, por el que el cuerpo de las mujeres se ha convertido en un campo de batalla.


En una pequeña sala anexa está idea se desarrolla en el documental donde la periodista a la cual se debe la iniciativa de la exposición, Caddy Adzuba, cuenta la brutalidad inimaginable que se está viviendo en el Congo. Por tanto es la colaboración entre el arte y el periodismo, la que nos moviliza para hacer todo lo posible para poner término al pillaje de los recursos naturales de África y la cruel violencia ejercida contra las mujeres. Propone, así, un modo de vida más informado y un consumo más responsable.

FICCIÓN SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO

Estamos acostumbrados a ver películas de ciencia-ficción ambientadas en planetas lejanos o naves espaciales que surcan el universo sin rumbo conocido en las que surgen problemas de todo tipo. ROMPENIEVES (Snowpiercer), del director y guionista coreano, Bong Joon-Ho, basada en la novela gráfica, Le Transperceniege, sitúa la acción en un tren de alta velocidad que recorre nuestro planeta en círculo. Un tren a modo de Arca de Noé que transporta los últimos supervivientes de la raza humana y animal. La Tierra padece una nueva glaciación a causa de la liberación de unos gases que utilizaba el hombre para luchar contra el calentamiento atmosférico.


La vida en este largo tren sin frenos resulta muy difícil para los habitantes de los vagones de cola, desde el principio y tras 18 años ininterrumpidos, sometidos a las arbitrariedades del dueño del tren, el señor Wilford, y de los pasajeros de los espacios delanteros. Todo el convoy en sí mismo tiene un ecosistema sostenible, que reproduce las antiguas condiciones climáticas del planeta. El problema se encuentra que la convivencia no es igualitaria, y la mayoría de los viajeros viven en condiciones penosas, sin apenas comida. Toda la vida está controlada por el dueño del tren que incluso induce a la violencia para reducir el número de pasajeros.


El argumento de la película, así, cuenta la última rebelión de los viajeros más desfavorecidos para ser libres, liderados por Curtis, interpretado por el actor Chris Evans. Ellos no saben que es otra revuelta provocada de forma artificial. Sin embargo el resultado no será el esperado por el propietario del tren, reducir el número de seres humanos vivos y ceder el mando, sino el fin del viaje a ninguna parte. Hasta su descarrilamiento provocado por un alud de nieve a causa de una explosión, el espectador puede visualizar una lucha sangrienta de extrema violencia que se libra en él.


El final, de todas maneras, se muestra esperanzador. Sólo han sobrevivido una mujer y un niño, pero la Tierra está cambiando tras estar helada. Vuelve a la vida, y en la lejanía se puede contemplar ya la existencia de animales. Un mensaje prevalece,  la necesidad de igualdad y libertad entre los seres humanos, sobre todo cuando existen condiciones radicales de supervivencia.

EL APRENDIZAJE DE LA VIOLENCIA

El director húngaro, János Szász realiza un completo retrato de la violencia entre los seres humanos en la película EL GRAN CUADERNO, basada en la novela homónima de Ágota Kristóf. Un argumento que se desarrolla a finales de la Segunda Guerra Mundial cuando dos gemelos son trasladados por la madre desesperada a una granja para que los cuide la abuela. Cerca de ellos vivirá un oficial de las SS alemana que dirige un campo de concentración próximo. Ante la falta de alimentos, el hambre, las duras condiciones de vida del trabajo en el campo, el dolor, físico y psicológico que ejercen sobre ellos la propia abuela y los vecinos, a consecuencia de la guerra, deciden hacerse fuertes, para resistir la violencia cotidiana.


El objetivo es la supervivencia y no hay otro camino que actuar siempre juntos, fortalecer el cuerpo a base de golpes y reducir el afecto, incluso con los propios padres, que están lejos para afrontar la realidad. Todo lo que ellos viven hasta el final de la guerra lo escriben y dibujan en un cuaderno que les regaló el padre al partir con el consejo de que siguiesen estudiando y apuntasen lo que viesen. La férrea disciplina de los gemelos les permite salir adelante del maltrato de la convivencia con la abuela, de los gustos del oficial nazi, de la represión contra los judíos y disidentes, y finalmente de la venganza de las tropas soviéticas que ocupan el territorio.


Al final el relato del cuaderno termina, lo mismo, que la película, con la separación de los hermanos gemelos. A partir de ese momento comienza una nueva vida para ellos. Atrás queda la muerte provocada por la guerra. Los tristes hechos que protagonizan los seres humanos en condiciones extremas de violencia. Tendrán que afrontar nuevos acontecimientos en condiciones diferentes. Uno ha logrado traspasar la verja de la frontera hacia una supuesta libertad, otro se queda. Sin embargo, la dureza del pasado les ha preparado para resistir cualquier acontecimiento imprevisto en el futuro incierto.

CONFLICTOS FAMILIARES

El director iraní Asghar Farhadi aborda de nuevo en la película, EL PASADO ( Le Passé ) los conflictos de pareja. Fue ganadora del Premio a la Mejor Actriz en el Festival de Cannes de 2013 para Berénice Bejo, que ya había destacado en The Artist. En este caso interpreta a una mujer francesa que se encuentra con su marido que vuelve de Irán para formalizar el divorcio. Quiere casarse con otro hombre porque está embarazada. Sin embargo, Ahmad y Marie reviven la convivencia pasada, y el primero tiene que ayudarla a resolver el problema que tiene con su hija mayor, Lucie, que rechaza la relación que tiene la madre.

Marie y la nueva pareja conviven con los hijos comunes, mientras éste afronta el problema que tiene pues la esposa está en coma por un intento de suicidio al descubrir la infidelidad. La situación dramática se produce sobre todo cuando Lucie le cuenta a Ahmad que ella envió los correos electrónicos a la mujer de la relación que mantenía su madre un día antes de aquel suceso, por el rechazo fuerte que sentía. De esta forma se plantea un dilema moral entre los personajes sobre la manera de afrontar las circunstancias. La responsabilidad y los límites del comportamiento individual ante los hechos en los que se implica la actitud de los hijos.

Una vez más, el director Asghar Farhadi, aborda la conflictividad surgida de la relación familiar, en este caso localizada en Francia, pero con implicaciones argumentales de su país. Desarrolla la acción desde el comportamiento autónomo de los personajes, de sus intereses y responsabilidades, en el ejercicio de su libertad. En ella brilla la actuación de la protagonista femenina, Marie, que se muestra con la misma fortaleza e iniciativa que los protagonistas masculinos. Todo ello elaborado con el gran estilo audiovisual que desarrolla el realizador iraní.