A CAUSA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

Estos días las pantallas de cine madrileñas nos ofrecen dos películas que nos llevan al pasado histórico. Aquel tiempo en el que jugó un papel esencial la Segunda Guerra Mundial que afectó a la vida de las gentes de tal manera que las consecuencias se vivirían bastantes años después. La primera de ellas se titula en español, UN LARGO VIAJE (The Railway Man), dirigida por Jonathan Teplitzky, está basada en las memorias del soldado británico Eric Lomax, ingeniero de ferrocarriles que cayó prisionero de los japoneses cuando tomaron Singapur en 1942. Hasta su liberación, participó en la construcción del llamado Ferrocarril de la Muerte en Tailandia, donde fue testigo y víctima de la tortura.


La película se sitúa temporalmente en la posguerra cuando Eric es un hombre solitario e introvertido que sufre un fuerte estrés producto del sufrimiento vivido. Todo cambia cuando conoce a su futura mujer, Patti, que le ayudará a superar los recuerdos terribles de la guerra. Llegará a superarles cuando se entere que en Tailandia, en el mismo lugar donde se torturaba a los prisioneros británicos, ejercía de guía turístico, el oficial japonés, que hacía de intérprete y colaborador en los malos tratos. En el mismo lugar de los sufrimientos vividos, en esa época convertido en un museo, le hace ver lo que padeció. Al final, el encuentro acaba en la reconciliación y en el perdón.

El argumento de la segunda película, DOS VIDAS, dirigida por Georg Maas, se centra en los hijos de la guerra, aquellos engendrados por las tropas alemanas en territorio ocupado. En este caso en Noruega, un país habitado por personas de raza aria, según la ideología nazi. Estos niños, los llamados Lebensborn, fueron llevados a Alemania, y acabaron muchos de ellos en los orfanatos tras el Telón de Acero. Luego una minoría pudo encontrar a las madres, acusadas muchas veces de traición. Es lo que le sucedió a la protagonista, Katrine, que regresó a Noruega después de escaparse de la Alemania comunista.


Sin embargo, Katrine resulta ser una impostora, una agente de la Stasi, que se aprovechó de la existencia de los hijos de la guerra para suplantarles y servirse de ellos como espías. El argumento de la película, basado en hechos reales, cuenta cómo la auténtica fue asesinada, nada más llegar a su país. Todo se descubre cuando un abogado le pide a ella y a su madre que declaren en el juicio para que el estado Noruego reconozca los derechos de estos niños. Por otra parte, Katrine tras veinte años en el país nórdico, se encuentra muy integrada y vive un drama humano porque se había casado con un militar de la que tiene una hija y un nieto. El final acaba siendo trágico, porque a pesar de que los acontecimientos suceden en 1990 cuando se derriba el muro de Berlín y ha terminado la Guerra Fría, los antiguos agentes no permiten que salgan a la luz hechos que pudieran incriminarles.

SIMIOS CONTRA HUMANOS

Este fin de semana se ha estrenado en las pantallas españolas EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS (Dawn Of The Planet Of The Apes), una gran producción de Hollywood para el gran público dirigida por el realizador, Matt Reeves, que se puede ver en 2D y 3D. Continúa la serie argumental iniciada en 2011 con El origen del planeta de los simios. Si en esta película los simios acababan liberándose de los seres humanos que habían creado en el laboratorio ensayando con estos animales un virus de la gripe mortal, en la siguiente podrá contemplar la lucha por la supervivencia entre los humanos inmunes al virus y una comunidad de simios, liderada por César, en la ciudad de San Francisco.


César es un chimpancé muy fuerte que fue educado por un ser humano y lidera una comunidad numerosa de simios. Pretende que la convivencia se base en la no violencia, por lo menos entre ellos, aunque hay otros protagonistas como Kobe, que fueron maltratados en los laboratorios que piensan de diferente forma. Conocen el fuego, pueden hablar y manejar herramientas. Son seres inteligentes en el mismo estadio evolutivo que los humanos sin perder el físico animal, tanto de orangután, chimpancé o gorila.

El problema surge cuando los humanos pretendan poner en marcha una presa para obtener energía eléctrica que se encuentra a las afueras de la ciudad, pero en territorio de los simios. En ese momento entrarán en contacto con los humanos que desconocían el estado evolutivo y la capacidad que habían desarrollado en pocos años. Un grupo de ellos, dirigidos por Malcolm y la doctora, Ellie, se harán amigos de César, y lograrán restablecer la energía con dificultades. Sin embargo, frente al bien representado por estos personajes, aparecerá el mal, el resentimiento, que provocará la violencia.


César, recibe un disparo, un atentado de Koba, que acusa a los humanos. Desde este momento, dirige a los de su misma especie engañados contra ellos. Mientras dura la violenta lucha, el líder se recupera ayudado por sus amigos. Una vez restablecido, logrará vencer y dar muerte al rebelde. Aparentemente llega la paz, sin embargo, las circunstancias ya no volverán a ser iguales. Los humanos de San Francisco habían contactado con otros grupos humanos para recibir ayuda militar. Se prevé una futura guerra entre las dos especies, que es el final de la película en espera de su continuación en otra entrega.


A lo largo de la historia del cine ha habido varias versiones del argumento que relaciona a unos simios evolucionados y los seres humanos desde la mítica, El planeta de los simios, dirigida por Franklin Schaffner y protagonizada por Charlton Heston. Las semejanzas son evidentes. Se ha producido un cataclismo que ha cambiado la faz de la Tierra. Las dos especies se encuentran enfrentadas. Sin embargo ahora la historia se sitúa en el mundo actual. La evolución de los simios se ha producido más rápidamente y no quieren parecerse a los humanos viviendo en casas o utilizando sus vestimentas. De igual manera, el empleo de los efectos especiales digitales permiten dar mayor verismo, reforzar la acción y el entretenimiento del espectador.

PHOTOESPAÑA 2014

Entre el 4 de junio y el 27 de julio está teniendo lugar el XVII Festival internacional de fotografía y artes visuales, PhotoEspaña 2014, que reune un amplio conjunto de exposiciones localizadas principalmente en Madrid, en torno al eje del Paseo de la Castellana. Si en anteriores ediciones estaba dedicado a una temática, en la de este año y en las dos siguientes, se centrará en ámbitos geográficos. Así, la presente edición aborda la fotografía española.

Fotografía 2.0.
El festival se ha convertido hoy en una cita imprescindible. Uno de los grandes acontecimientos de las artes visuales a nivel internacional y uno de los foros más importantes para la fotografía. Un conjunto de museos, salas de exposiciones, centros de arte y galerías, organizan el plan expositivo, dividido en tres partes: la sección oficial, openphoto y festival off. Otros programas se desarrollan en paralelo, por un lado los pedagógicos y profesionales: Campus PHE Comunidad de Madrid, Descubrimientos PHE, Campus PHE Edición de libros y PhotoWalk Lanzarote, un recorrido fotográfico con el objetivo de documentar el entorno en compañía de un profesional que comparte sus métodos.

Yo y Arnold Arnold Schwarzenegger, de la serie celebriMe, Jon Uriarte

Por otro lado se desarrollan las actividades para el público en general de todas las edades y formación interesado en la fotografía. Así se han desarrollado talleres para jóvenes, visitas guiadas, proyecciones fotográficas, concursos, y diversas acciones en espacios públicos. Se convierte, por tanto a la fotografía en el protagonista de la oferta cultural, que desborda el propio entorno del festival junto a otras propuestas de los principales centros de la capital que tienen a este medio como protagonista.

En quin punt del cel et trobaré?, Joan Vilatobà, 1903-1904
La llamada Sección Oficial dedicada a la fotografía española durante el siglo XIX y XX hasta la actualidad destaca por su carácter y diversidad. Organizada en 16 sedes, arrancaría con la pequeña pero significativa muestra de la Biblioteca Nacional de España, titulada, Fotografía en España, 1850-1870, utilizando fondos propios de retratos y paisajes. Le siguen dos exposiciones dedicadas a fotógrafos desconocidos pero relevantes de principios del siglo XX: Joan Vilatobà en el Museo Nacional del Romanticismo, y Arissa. La sombras y el fotógrafo. 1922-1936, en el Espacio Fundación Telefónica. Sin dejar de lado, uno de los más relevantes, a José Ortiz Echagüe. Norte de África, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Integrantes de la Palangana, Francisco Ontañón,
La fotografía posterior estuvo determinada por la realidad socioeconómica de un país atrasado. De esta época hasta los años ochenta sobresalen las exposiciones: La Palangana, en el Círculo de Bellas Artes; En el recuerdo, y Tan lejos, tan cerca. Documentalismo fotográfico en los años 70, en el Real Jardín Botánico. Por otra parte, muy interesante es la titulada, Fotografía y arquitectura moderna de España, 1925-1965, en el Museo ICO. 

El Pedernoso, Cristobal Hara, 1971
Los últimos proyectos y tendencias se recogen en las muestras, P2P. Prácticas contemporáneas en la fotografía española, del Centro Cultural de la Villa, y sobre todo, en Fotografía 2.0., en el Círculo de Bellas Artes, comisariada por Joan Fontcuberta. Finalmente me ha parecido interesante los dos espacios dedicados a los libros de fotografía, uno desde el punto de vista histórico, Fotos y libros. España 1905-1977, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y otro a los más recientes publicados, Los mejores libros de fotografía del año, en la Biblioteca Nacional.

TRAGEDIA EN PALESTINA

El conflicto entre Palestinos e Israelíes constituye una herida abierta sin solución a corto plazo que protagoniza numerosos sucesos a nivel internacional desde hace varias décadas. La película OMAR, dirigida y escrita por el realizador Hay Abu-Assad, que ganó un merecido Premio del Jurado en el Festival de Cannes, muestra hasta qué punto dicho conflicto cambia las vidas y los destinos a los personajes de uno y otro bando. Una guerra desigual entre dos pueblos por ocupar un territorio que dicen les pertenece. El estado hebreo ha sobrepasado las fronteras asignadas por la comunidad internacional y se ha fortificado frente a las reivindicaciones y las acciones terroristas de los palestinos.

El argumento gira entorno al joven Omar, un palestino que trabaja de panadero al otro lado del muro pero que le salta frecuentemente para visitar a los amigos y a su novia, Nadia, con la que piensa casarse. La tragedia se desencadena cuando colabora en el asesinato de un soldado israelí. La traición de uno de ellos con la policía hace que le detengan y le obliguen a colaborar a cambio de la libertad, marcándole como objetivo que entregue al culpable material de los hechos.


Sin embargo las circunstancias se complican, por un lado, por las resistencias a delatar a sus amigos de la infancia, por otro, porque está enamorado de Nadia, hermana del cabecilla del grupo, situación que aprovechará la policía hebrea para manipularle más facilmente y alcanzar sus pretensiones. El final inesperado para el espectador llegará cuando el protagonista descubra la verdad, que Amjad, el autor del asesinato del soldado denunció con engaños, tanto a Omar como a Tarek para salir indemne del problema, y ante el daño causado, la muerte de éste y la pérdida de Nadia, también confundida, casada con el traidor, decida vengarse. 



El espectador, por tanto, tiene ante sí, la mejor expresión de un enfrentamiento enquistado que afecta a los dos pueblos a todos los niveles. La violencia la ejercen sin compasión tanto unos como otros sin apenas respeto a los derechos humanos. La fidelidad o la traición política se une a la afectiva como parte y medio de combate para doblegar al enemigo.

LA OBRA DE HENRI CARTIER-BRESSON

Simiane-la-Rotonde, Francia, 1969
La Fundación Mapfre de Madrid muestra una gran retrospectiva dedicada a la obra del fotógrafo francés HENRI CARTIER-BRESSON, realizada por el Centro Pompideau de Paris, en colaboración con más de 20 colecciones internacionales. Uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX, el llamado ojo del siglo por ser uno de los testigos de nuestra historia, que tuvo ya en 1947, la primera exposición de su obra en el MOMA de Nueva York. La que puede ver el público madrileño este verano reune un conjunto de 500 obras entre fotografías, dibujos, pinturas, películas y documentos, siguiendo un orden cronológico.


Su obra se divide en tres periodos principales y siete secciones: Signos ascendentes; Surrealismo; El Compromiso; El Cine y la guerra; Reportaje gráfico; Antropología visual; y Después de la fotografía. Pretenden dar una imagen completa del autor más allá de su magisterio en la representación del instante decisivo o más fugaz y significativo. La verdad que su larga vida profesional entre finales de la década de 1920 y el umbral del siglo XXI, le permitió una amplia variedad de intereses. En el primer periodo de su obra, entre 1926 a 1935, destacamos una formación artística en la pintura y la fotografía de Eugène Atget y las enseñanzas de la Nueva Visión. El momento clave de su viaje a África, y la fundamental influencia surrealista, desde el punto de vista temático e ideológico.

Hyeres, Francia, 1932
El segundo periodo, de 1936 a 1946, estuvo marcado por su compromiso político frente al fascismo. Trabajó para la prensa comunista, Regards y Ce Soir con reportajes de la Guerra Civil española y la Segunda Guerra Mundial. También empezó a practicar el cine, haciendo documentales o colaborando como actor y ayudante de Jean Renoir. El tercero, de 1947 a 1970, cuando ya era un fotógrafo famoso, en vez de dedicarse a la actividad artística, funda la cooperativa Magnum Photos, junto a Robert Cappa y David Seymour, entre otros. Así inicia una actividad que le llevará a ser testigo de importantes acontecimientos históricos como la muerte de Gandhi o la crisis de los misiles en Cuba.

Dessau, Alemania, 1945
A principios de los años 70 abandonó el fotorreportaje para realizar fotografías de forma más pausada y contemplativa. Se encarga de las múltiples exposiciones que se organizan de su obra y vuelve al dibujo de los que hay ejemplos al final del recorrido. Una trayectoria vinculada a su actividad profesional que él completaba con la captación de imágenes de la realidad social de los países que visitaba, lo que se ha llamado, una antropología social, porque estaba más interesado en comprender cómo el pueblo vivía los hechos históricos, que en éstos en sí.

Heri Cartier-Bresson, 1992, Martine Franck
Prefería, de esta manera, el ser humano anónimo situado en una masa popular que habita las ciudades, que se ocupa en la fábricas o mendiga en los extrarradios pobres, que a veces se hace revolucionario como en los años treinta o consigue la reivindicación de las vacaciones pagadas. Captado en el instante fugaz que le ha dado fama, en reposo o en movimiento, otra de las características de su estilo esenciales, sobre todo en blanco y negro, atendiendo a los encuadres y cuidando la composición, a veces de elementos dispares y complejos que entran en relación mutua.