UNA VICTIMA DE LA GUERRA MUNDIAL

La película INVENCIBLE (Unbroken) dirigida por Angelina Jolie narra la vida heroica de Louis Zamperini, basándose en el libro homónimo de Laura Hillenbrand. Una historia de superación y supervivencia. Nacido en una familia humilde de inmigrantes italianos, logró participar con sólo 19 años en los Juegos Olímpicos de 1936 junto al legendario, Jesse Owens. El comienzo de la Segunda Guerra Mundial truncó su carrera al convertirse en tripulante de un bombardero. Un destino arriesgado que le llevaría a tener un accidente el mes de abril de 1943 cuando su avión cayó al Pacífico.


Louie y el capitán Phillips lograron aguantar en una balsa a la deriva durante 47 días, un récord absoluto en los anales de supervivencia en el mar, apesar de las heridas, el ataque de los tiburones, la falta de alimento y agua y los ametrallamientos, hasta que fueron rescatados por los japoneses. En este momento comienza un nuevo calvario de malos tratos y trabajos forzados al ser internado en diferentes campos de prisioneros en Japón. Además de la difícil situación diaria, tuvo que soportar el sadismo del jefe de aquellos, el criminal de guerra, Mutsuhiro Watanabe, llamado El Pájaro, por el que recibió continuos golpes y palizas.


Los japoneses conocedores de su fama como atleta le ofrecieron realizar programas de radio en Tokio como propaganda contra su propio país. Él rechazó tales propuestas lo que le llevó al borde de la muerte por el trabajo forzado y los malos tratos. La victoria de los norteamericanos le permitió regresar, sin embargo, su vida era un auténtico infierno por el Estrés Postraumático. La paz espiritual llegaría tras casarse y llevar una vida religiosa intensa. A partir de este momento se dedicaría a defender el perdón frente a las ansias de venganza.


La película termina en este punto a partir del cual emplea fotografías e imágenes de vídeo reales. El volvería a Japón para reconciliarse con algunos de sus verdugos, porque el famoso criminal de guerra, se negó a verle, aunque fue perdonado por EEUU. Lograría portar la antorcha de los Juegos Olímpicos de invierno de aquél país con ochenta años. Louis Zamperini murió en 2014 con 97 años. Una larga vida de ejemplo para mostrar que la perseverancia y la fuerza por la superación lograron vencer el fanatismo y la violencia de la guerra.

LA BIOGRAFÍA DE TURNER

El afamado director Mike Leigh ha realizado y escrito el guión de la película Mr. TURNER sobre los últimos 25 años de la vida del genial pintor británico. El actor que le da vida, Timoty Spall, recibió el Premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de Cannes. El relato cinematográfico arranca cuando el artista se encuentra en plena madurez y fama. Viaja incansable por toda Europa y el Reino Unido. Vive en Londres en una casa estudio con su ama de llaves y el padre anciano que lleva la organización y las ventas. Desde los 27 años es académico con todos los honores e imparte clase como profesor. Desde la niñez mostró un talento precoz al vender su obra en la barbería que regentaba el padre en Convent Garden. Tiene dos hijas que no atiende de Sarah Danby con la que vivió una temporada.
John M. William Turner es uno de los principales pintores en la Historia del Arte. Una mente privilegiada y un artista prodigioso. Fue muy hábil en su oficio, por una parte revolucionario, diferente a otros artistas ingleses y europeos de la época, en la aplicación del pigmento y del color, centrado en transmitir los efectos cambiantes de la Naturaleza, mostrada en forma de paisaje, sobre el ser humano. La luz que transforma la percepción de los elementos resulta fundamental. Por otra, un artista incansable, prolífico, que constantemente está dibujando al natural bocetos fuera del taller, como pintando al óleo.
El director trata de mostrar la relación dialéctica entre el artista como hombre y la obra que va a pasar a la posteridad, entre su fragilidad y su poder. Fue un pintor de éxito aceptado en los salones de la aristocracia, pero también rechazado por el público y la realeza que no comprendía sus planteamientos pictóricos más avanzados. De esta manera se presenta un personaje anárquico, errático, y egoista que se aprovecha del ama de llaves de quien recibe un profundo respeto, y a la vez generoso con Sophia Booth, dueña de una casa de huéspedes junto al mar con la que convivirá  después en Chelsea hasta su muerte.
Su fama no cesó nunca, aunque conoció los cambios radicales que la sociedad y el gusto estaban experimentando derivado de los avances tecnológicos. Así intuyó el poder que iba a tener la fotografía y su influencia sobre el arte cuando se hace retratar con la técnica del daguerrotipo. Al final de sus días conoce el desarrollo de otros estilos de pintura como el de los Prerrafaelitas, muy diferentes al paisajismo romántico que el practicaba. 
Prefirió donar al estado británico su propia colección, que hoy forman parte de los fondos de la Tate, que venderlos a pesar de la elevada suma que le ofrecieron. La última escena recoge la última frase que pronuncia Turner en el lecho de muerte: El sol es Dios. Unas palabras que resumen una vida entregada al arte, que quedará como ejemplo a la posteridad. De igual manera, sus seres queridos sacrificados por esta dedicación a la pintura, muestran a su manera lo que supuso el artista para ellos.

LA CRISIS DEL LADRILLO

Los problemas económicos y sociales que se viven actualmente en España provienen en primer lugar de la crisis financiera internacional y segundo del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, convertida en una crisis de deuda y de los bancos. La película trata la llamada crisis del ladrillo en nuestro país que llevó a la urbanización de suelo rural y a la construcción desproporcionada de viviendas en todo el territorio. Tenía un fin especulativo, ganar dinero rápido, en un corto periodo de tiempo. Se basaba en el crédito fácil a las empresas promotoras y a las familias sin ninguna garantía de devolución.

La película, LOS FENÓMENOS (Os fenómenos), escrita y dirigida por Alfonso Zarauza, trata el problema de la construcción desde el punto de vista de una cuadrilla de obreros, especialmente del personaje de Neneta, una mujer madre de un niño pequeño que es abandonada por su pareja y tiene que regresar a su pueblo natal en Galicia y emplearse como peón. Tiene que superar enormes obstáculos. Todos los compañeros son hombres en un trabajo en los que prima la rapidez porque es a destajo. Cuanto más se hace, más se cobra. También al principio lo hace sin contrato, junto a inmigrantes en la misma situación.

El capataz y el constructor son auténticos explotadores que no les importa la situación humana de los trabajadores. El sistema funciona mientras llega dinero adelantado del banco. Sin embargo, cuando se anuncia la caída de las entidades financieras norteamericanas, las españolas restringen el crédito. La obra donde trabaja Neneta se para y comienzan los problemas de los personajes. Uno se da a la bebida porque no puede pagar la hipoteca ni alimentar a la familia.


 A la protagonista le sucederá lo mismo, que el piso que había comprado con ilusión frente a la costa, tiene que venderlo porque no puede pagar la hipoteca. Ella había abandonado la vida en una furgoneta y sin ataduras, por otra aparentemente más segura y tranquila. Sin embargo, se convierte en una prisionera por culpa de la crisis económica, en la que los trabajadores en primer lugar, y los ciudadanos en general,  son las principales víctimas.

LA SOCIEDAD DE INTERNET

Las tecnologías de la información y la comunicación basadas en Internet están cambiando nuestras vidas. Cada vez dependemos más de nuestros ordenadores conectados a la red. Hoy son imprescindibles, y cada vez más, los teléfonos inteligentes, las tabletas, y los ordenadores. Es un mundo interconectado por los datos personales que circulan online. Desde donde hemos partido está claro, pero no los límites, a donde llegaremos en el futuro. De forma paralela han surgido nuevos problemas sociales relacionados con la utilización de las nuevas tecnologías. Éstas afectan de forma decidida a la enseñanza, a la relación entre los adolescentes, a la de estos con sus padres, y de los adultos en general.


Esto es lo que plantea la película, HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS (Men, Women and Children), escrita y dirigida por Jason Reitman, basándose en la novela homónima de Chad Kultgen. Un grupo de familias que llevan a sus hijos al mismo instituto viven una serie de problemas o cambios relacionados con el empleo de los móviles y ordenadores. Una madre soltera ha creado una página web donde cuelga la fotos privadas de la hija que quiere ser artista. En una familia, los dos progenitores son infieles al usar las páginas de contactos. El padre y el hijo ven pornografía en la red para estimular y conocer su sexualidad.


Un joven deja el equipo de fútbol porque prefiere pasar el tiempo jungando a un atractivo videojuego. Una chica obsesionada con su cuerpo se ha vuelto anoréxica y termina teniendo un aborto de un compañero de clase. Todos ellos emplean el móvil y conversan por mensajería instantánea, incluso estando cerca. Por otra parte, hay una madre que ha instalado un sistema que controla y censura los mensajes que llegan a la hija desde distintas redes. Ve las posiblidades de Internet como un peligro. Todas estas historias llegan en conjunto a una serie de conclusiones.


En primer lugar que Internet y la tecnología están cambiando nuestro comportamiento social. Para bien o para mal, no depende de ella, sino de la utilización que hagan los seres humanos en los distintos periodos de su vida. En segundo lugar incrementa la libertad individual y las posibilidades de desarrollo social. No es por tanto un peligro. Limitar el uso responsable a los jóvenes puede ser perjudicial, una amputación de múltiples aspectos intelectuales y afectivos. En tercer lugar, si se ha producido una cierta brecha generacional por el uso intensivo de móviles y ordenadores entre los jóvenes. Sin embargo, los padres llegan a hacer lo mismo, implementan su libertad cuando se incorporan a los beneficios que proporcionan.


La película utiliza en ciertos momentos las imágenes de la nave artificial, Voyager, que partió de la Tierra en los años setenta y en 2013, salió de nuestro sistema solar, tomando una foto de la misma convertida en un punto luminoso perdido en la inmensidad del Universo. Una metáfora que alude a los enormes cambios que se han producido en ese tiempo, pero insignificantes mirados desde otra escala, por lo que merece según el guionista tener una convivencia adecuada entre los seres humanos, y cualquiera podría añadir, no creerse el fin del progreso social, sino una etapa en un largo viaje.

LA MAGIA SEGÚN WOODY ALLEN

La última película de Woody Allen, MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA (Magic in the Moonlight) está ambientada en los felices años veinte. Trata el tema de la magia y los videntes, muy populares en esos años, para hacer una comedia de la realidad científica y el Más Allá. Una comedia que enfrenta a un prestigioso mago, Wei Ling Soo, disfraz del británico, Stanley Crawford, con la joven vidente norteamericana, Sophie Baker, que vive en la Costa Azul, adivinando el futuro y entrando en contacto con los muertos, a cambio de dinero.


La comicidad del guión se basa en la personalidad arrogante, engreida, antipática y descreída de Stanley, producto de una educación entre la alta sociedad, y la simpatía de Sophie, de clase trabajadora, que trata de ganarse la vida a costa de los millonarios. El primero ha sido invitado por Howard, un amigo mago, a la casa de los Catledges, para que desenmascare a la medium, que se está haciendo con la voluntad de la familia. Lo que no sabe es que es una trampa tendida por éste para doblegar su forma de ser, su creencia que no existe el Más Allá, solamente el mundo racional y material.


De esta manera llega a reconocer el talento místico de Sophie de adivinar el futuro y entrar en contacto con los difuntos, una vez que Howard, le haya pasado información sobre su familia y le haya ayudado a esconder los trucos. Sin embargo, surge un inesperado amor entre ellos, que Stanley le cuesta reconocer. Al final, Sophie, que había aceptado la propuesta de matrimonio del joven millonario de los Catledges, renuncia a su favor. Triunfa, por tanto, la magia, no la oculta que nos permite entrar en contacto con otros mundos, sino la terrenal, la del amor, tan incierta e irracional.


El director construye un episodio que entretiene al espectador por el brillante texto y la extraordinaria interpretación de los actores, principalmente los protagonistas, Colin Firth, como Stanley y Emma Stone, como Sophie, que dan vida a dos personajes totalmente contradictorios en cuanto al carácter y la procedencia social y cultural, que llegan a unirse por las necesidades emocionales, humanas que surgen entre ellos, de forma natural,  a lo largo del relato.