LOS VIAJES DE RICHARD FORD

Talavera. Vista desde el campo de batalla
Acaba de terminar la exposición, RICHARD FORD. VIAJES POR ESPAÑA (1830-1833), organizada por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Fundación Mapfre. Reunía unos doscientos dibujos y acuarelas del viajero inglés de un total de unas quinientas obras que realizó en la estancia y las rutas que hizo por España. Un legado que había permanecido en manos de la familia y que no era conocido por el gran público, porque no sirvieron de ilustración para el famoso libro que escribió sobre nuestro país titulado, Manual para viajeros por España y lectores en casa. El autor fue un caballero inglés que alcanzó la licenciatura en leyes, pero tuvo un mayor interés por el arte. 

Mérida. Acueducto de los Milagros
Llegó a España por razones de salud de su esposa Harriet necesitada de un clima benigno y se dejó seducir por la cultura y el arte hispano. Escribió lo siguiente: Los (viajeros) que aspiran a lo romántico, lo poético, lo sentimental, lo artístico, lo antiguo, lo clásico, en una palabra a cualquier tema sublime y bello, encontrarán en el actual y en el antiguo estado Español, material suficiente, si vagan con cuaderno y lapiz en ristre por este curioso país, que oscila entre Europa y África, entre la civilización y la barbarie. Es lo que hizo él, residir en Sevilla y Granada y realizar numerosos trayectos, en diligencia y a caballo, sobre todo centrados en la costa mediterránea, la Ruta de la Plata y en Madrid y su entorno histórico.

Toledo. Vista hacia San Juan de los Reyes
Richard Ford no fue un artista profesional aunque tenía gran gusto y aptitudes para el dibujo y el arte. Las numerosas obras que hizo, entre las que se incluyen acuarelas, pretendían reflejar la belleza de los paisajes urbanos, llenos de antiguos monumentos romanos y orientales. España que había padecido las guerras napoleónicas, vivía la transición entre el Antiguo Régimen y la modernidad industrial. Este momento de inicio a una época es la que conoce el viajero inglés. De ahí el valor documental de muchos dibujos, porque este tuvo también un interés objetivo, prefotográfico, al fijarse por rincones o vistas no significativas. Por eso algunas imágenes sorprenden al espectador por la radical transformación que han sufrido los lugares retratados que se mantenían incólumes practicamente desde la Edad Media.

Sevilla. Iglesia del monasterio de Santa Paula
España era un Oriente cercano y confortable para la Europa de la época. Ford trató de captarla en pequeños cuadernos y en papeles de diversa calidad y formato, que la exposición agrupa principalmente según los lugares recorridos: Sevilla, Granada, la Ruta de la Plata, y Madrid. Unos itinerarios que no se ofrecen aislados sino contextualizados en los diferentes temas presentes en su obra: los paisajes de España; las vistas de ciudades desde la distancia; los monumentos del pasado; y el orientalismo. Un conjunto que se completa con un grupo de obras realizadas por su mujer.

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