LA FOTOGRAFÍA DE PAUL STRAND

Wall Street, 1915
La Fundación Mapfre organiza una exposición retrospectiva sobre el fotógrafo Paul Strand que reúne más de doscientas obras procedentes de importantes museos y colecciones, entre los que destaca la del Philadelphia Museum of Art. También de la propia fundación que custodia uno de los mejores conjuntos  europeos de obras del autor. La muestra se organiza de manera cronológica a través de seis décadas que abarcó la carrera del fotógrafo, entre 1910 y 1960. Uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX. El recorrido se articula en tres grandes secciones: Del pictorialismo a la modernidad; Del círculo de Stieglitz al retrato de la comunidad; y Semblanzas de la historia y la modernidad.

Mujer ciega, Nueva York, 1916
Paul Strand nació en Nueva York en 1890 y fue alumno de Lewis Hine en la Ethical Culture School. También fue decisivo en su carrera la amistad que entabló con Alfred Stieglitz, director de la galería 291, pionera en la introducción del arte moderno en EEUU. Estas dos formaciones serán esenciales para configurar su estilo propio. De tal manera que evolucionó del pictorialismo a una manera objetiva de captar la realidad e incluso a la abstracción. Esta evolución muestra el paso a la consideración de la fotografía como un arte específica.

Valla Blanca, 1916
Al autor le interesó siempre el primer plano de la naturaleza, rocas, plantas, y de las propias personas, gentes de su entorno, sus esposas y conocidos, o anónimas. Son retratos francos y directos, muchas veces conseguidos sin que el retratado se diese cuenta. Primero los obtuvo de las clases más desfavorecidas en Manhattan, luego de personas anónimas en los diferentes lugares de EEUU o del mundo donde estuvo, porque Paul Strand fue un fotógrafo viajero. A partir de 1950, el clima político anticomunista, le obligó a intalarse para no volver nunca en Francia, en Orgeval, un pueblo próximo a París, donde viviría hasta su muerte en 1976.

Young Boy, Charente, Francia, 1951
En Paul Strand se unen, por tanto, las inquietudes sociales y las estéticas, en lo referido a la consideración de la fotografía como un arte, no en el sentido del fotoperiodismo. Crea así el concepto de retrato de la comunidad, la captación en imágenes del paisaje, los objetos y las gentes de un lugar. De igual manera, fue un pionero en emplear como vehículo de conocimiento de su trabajo el fotolibro, empleado a partir de la década de 1940. Las imágenes junto a un texto de un escritor. En la exposición se destacan tres de estos proyectos, los dedicados a Nueva Inglaterra (1950), Luzzara (1953) y Ghana(1963).

La Familia (Los Lusetti), Luzzara, 1953
Además de la fotografía, Strand se inclinó por las posibilidades narrativas y la audiencia que atraía el cine. Su primer film, Manhatta (1921), describía un día en la ciudad de Nueva York. Está considerado como la primera película vanguardista norteamericana por el tratamiento de las imágenes en forma documental. En la propia exposición se puede ver completa, además de Redes(1936) y Native Land (1942).

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