LA LISTA NEGRA DE HOLLYWOOD

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial la lucha contra el fascismo se convirtió en un enfrentamiento entre el mundo capitalista, representado por EEUU, y por el comunista, dirigido por la URSS. Sin embargo, las gentes no se encontraban tan polarizadas con los dos grandes bloques que protagonizaban la Guerra Fría. En la misma norteamérica existía un grupo de población concienciada socialmente y defensora de los derechos civiles, que no iba a renunciar a sus ideales por la existencia de esta lucha. De hecho ocuparon puestos relevantes en la industria del cine. La película, TRUMBO, se refiere a la vida de uno de los más prestigiosos guionistas de Hollywood, que va a caer en desgracia, al negarse a declarar ante el Comité de Actividades Antiamericanas del Congreso. 


No quiso declarar si formaba parte del Partido Comunista y si defendía la lucha de los trabajadores. Tampoco delatar a otros compañeros, guionistas, actores y técnicos que tenían las mismas ideas. Esta circunstancia le llevó a formar parte de una lista negra, que impedía ser contratado en la industria del cine, como firmar guiones. Los diez guionistas que tuvieron esta actitud fueron condenados por desacato y llevados a la cárcel. El comité sabía de sus actividades e ideología, alguno había formado parte de las Brigadas internacionales durante la Guerra Civil española, De todas maneras, fueron delatados por algunos actores como Ronald Reagan, futuro presidente del país y atacados por el famoso, John Wayne y la poderosa columnista de cine, Hedda Hopper, ferviente anticomunista.


El escritor Dalton Trumbo era tan patriota y defensor del estilo de vida norteamericano como sus detractores. Luchó en la guerra, pero tenía unos ideales de igualdad distintos conceptualizados en la izquierda durante los años 40 y 50 del siglo XX. Tras el largo proceso al que se vio sometido y pasar por la prisión, tuvo que valerse de nombres supuestos o amigos para seguir haciendo guiones y obtener recursos para mantener a su familia, que le va a ayudar con su trabajo. Así lograría seguir adelante, incluso con éxito al ganar un premio Óscar con las películas, Vacaciones en Roma y El bravo, cuyos galardones recibiría oficialmente muchos años después.


A él le interesaba derrotar al grupo conservador de Hollywood, el que había contribuido a silenciarle mediante la lista negra. Esto se va a producir a comienzos de la década de los sesenta, cuando el productor y actor de la película, Espartaco, el actor Kirk Douglas, le encargue el nuevo guion. Igualmente, cuando el director, Otto Preminger haga lo mismo para Éxodo, grandes éxitos de taquilla. Su nombre aparecería ya en los títulos de crédito. La Guerra Fría continuaba, pero el nuevo presidente, John Kennedy, la dirigía de diferente manera. Eran otros tiempos con el inicio de la lucha por los derechos civiles y la apuesta por el desarrollo cultural y la sociedad de consumo en libertad.

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