REENCUENTRO FAMILIAR


El paso del tiempo deja su huella en las personas y en las familias. No todo el mundo puede llegar a ser lo que desea por las circunstancias que le ha tocado vivir. Los recuerdos de la niñez, de los padres y los abuelos, el antiguo hogar y sus espacios, perduran en la memoria. En un momento dado ha llegado la madurez, algún miembro ha desaparecido, también se ha sufrido una ruptura matrimonial, cada uno carga con sus intereses y deseos para el futuro. Las necesidades económicas condicionan la existencia. La película, DESPUÉS DE LA TORMENTA (After the Storm), escrita y dirigida por Kore-Eda Hirokazu, trata estos temas con un importante componente autobiográfico.


El protagonista se llama, Ryota, un escritor frustrado, que publicó una primera obra, pero ahora se gana la vida como detective y con engaños. No lleva una vida ejemplar al gastar el dinero que gana en las apuestas, impidiendole pagar la pensión a su mujer, Kyoko, con la que está divorciado, y a su hijo de once años, Shingo. De vez en cuando vuelve a la casa de la niñez para visitar a su madre y coger algún objeto de su padre, recientemente fallecido para empeñarlo. Le gustaría no ser detective privado y dedicarse a su auténtica vocación de escritor, pero resulta incapaz de escribir, falto de inspiración. Sabe que su mujer ha encontrado a otro hombre. Él se reúne con su hijo una vez al mes y lo va a aprovechar para intentar volver a encauzar su vida.


La circunstancias le van a resultar favorables. Al final del verano, se produce en Japón un calor intenso y son habituales las fuertes tormentas o tifones. Coincide esta vez con el día que pasa con su hijo, al que ha llevado a ver a su abuela. La madre tiene que ir a recogerlo pero la fuerte lluvia y viento hace que pasen todos la noche juntos. Esta convivencia permite poner en común las frustraciones y deseos de cada uno. A Ryota le hubiera gustado ser un escritor de éxito y vivir de ello. Su primer libro publicado se almacena sin vender en las estanterías. Su padre se sintió orgulloso de él  y repartió la obra por el barrio. También fue incapaz de mantener una relación familiar por su carácter y sus costumbres. Todo ello hace que el reencuentro por la tormenta no de sus frutos, y tras su paso al día siguiente, las cosas continúen como estaban.


El director centra la película en los personajes, en la relación humana que establecen entre ellos. La acción es reducida y los diálogos, claros y precisos, informan al espectador de lo que les motiva. Los escenarios apenas cambian, el punto de encuentro para recoger al hijo; la oficina de los detectives; la cafetería para reunirse con los clientes; el antiguo barrio de la niñez; la casa de los padres. Se evoca el pasado, el más lejano y el reciente, y lo mismo que éste perdura en la conciencia de todos, también las condiciones que han determinaron su existencia actual, por lo que cambiarlas para tener una vida mejor o un futuro distinto resultara muy difícil.

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