LA FOTOGRAFÍA DE BRASSAÏ

Autorretrato, 1930-1932

La fundación Mapfre de Madrid organiza una extensa retrospectiva del fotógra BRASSAÏ, seudónimo del artista Gyula Halász, nacido en Brassó en la Transilvania austrohúngara, convertido en un auténtico clásico de este arte, a pesar de sus dotes para el dibujo y la pintura. Tras su formación en Budapest y Berlín, se instalaría definitivamente en París en 1924. Seis años después empezó a dedicarse plenamente a la fotografía. La exposición madrileña reúne más de 200 obras, divididas en doce secciones temáticas dentro de la gran diversidad del trabajo del artista. La mayoría pertenecen a su mejor época, a los años treinta cuando París era una auténtica fiesta, el centro cultural de toda Europa, antes de la Segunda Guerra Mundial que lo transformaría todo.

Bal des Quatre Saisons, 1932

Las fotografías de París, los monumentos, las gentes, los rincones pintorescos, y sobre todo la ciudad de noche, le darían fama, hasta tal punto que el escritor, Henry Miller le llamaría el ojo de París. En 1932 publicó alguna de ellas en su libro, Paris de nuit. Empleaba una cámara de placas de vídrio donde captaba imágenes tras largas exposiciones, en las que destacaba la incidencia de la luz sobre los adoquines, las vacías calles y los muros desgastados. Unas superficies propicias para ser pintadas o grabadas con los grafitis, una manifestación a la que él prestaría una atención especial, hasta tal punto que llegó a coleccionar cientos de ellos. Por otra parte singulariza las gentes que se mueven por sus calles, protitutas, trabajadores de los mercados, faroleros o policías en bicicleta, aquellos amantes que se besan en un callejón.

Montmartre, 1931

Su estilo es directo, muy cuidado en los detalles de composición y luz. Apuesta normalmente por el formato vertical. Le interesa la imagen reflejada por los espejos, especialmente de los lugares nocturnos, jugando con la composición y el significado que podría sugerir. Proporciona y eleva la representación estética de maleantes y personajes de los bajos fondos. Por otro lado, participó de la actividad artística parisina que le abrió su colaboración con la revista de arte Minotaure, donde expondrían sus trabajos los escritores y pintores surrealistas, como Salvador Dalí. La ocupación alemana lo trastocó todo. Tuvo que abandonar la fotografía profesional para dedicarse al dibujo y la escultura, a la respresentación del desnudo femenino.


Tras la guerra, la fotografía no fue su única ocupación, aunque no la abandonaría.  Trabajaría para la revista, Harper´s Bazaar que le llevó a recorrer Francia y numerosos países como España. En la exposición hay dos imágenes del barrio gótico de Barcelona en los años 50 donde aparece el pintor Joan Miró, a quien conocería en los años del París de las vanguardias. A lo largo de la retrospectiva abierta en estos días, nos encontramos un grupo importante de retratos de los artistas y escritores con los que relacionó Brassaï en aquellos tiempos dorados de la cultura.


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