EN LA NOCHE DE BODAS


El comportamiento humano, las decisiones sobre las etapas de la vida individual dependen del momento histórico, de las condiciones sociales de cada uno. No es lo mismo a comienzos de los años sesenta del siglo XX que en 1975 o en el siglo XXI; ser joven veinteañero recién terminados los estudios universitarios o ser ya adulto o anciano, pero cualquier decisión puede ser fundamental y determinar las siguientes etapas de la vida. Este es el tema de la película, EN LA PLAYA DE CHESIL, dirigida por el británico, Dominic Cooke, basada en la famosa novela del escritor, Ian Mcewan, de quien es el propio guion. Florence y Edward, recién casados, en la primera noche de su luna de miel, a la orilla del mar, toman la decisión de separarse, de no seguir juntos.


Los dos protagonistas, pertenecían a clases sociales diferentes y habían sido brillantes estudiantes, una de música y otro de historia. Cayeron perdidamente enamorados en el ambiente universitario contrario a las armas nucleares, a la llamada Guerra Fría. Tenían proyectos de futuro juntos, uno formar un quinteto de música clásica y otro escribir un gran libro con los protagonistas secundarios de la historia. La película se sitúa en 1962, en la playa de Chesil, en su primera tarde tras la boda. Nos cuenta el paseo por el lugar, la llegada al hotel, y la primera cena. Mientras el espectador va conociendo lo que sucedió hasta llegar a ese momento en flash back sucesivos. Sin embargo, cuando llega su primer encuentro íntimo, todo se viene abajo. Florence siente rechazo de esta experiencia con Edward, y sale huyendo de la habitación. Le confiesa que querría vivir junto a él pero sin tener relaciones sexuales.


Edward, entonces, decide separarse definitivamente de ella, sin importarle el tiempo feliz vivido entre ellos. La narración entonces se traslada a 1975 cuando vuelve a tener noticias de Florence. En su tienda de discos llega una niña que quiere regalar a su madre un disco de Chuck Berry. En su mano lleva la funda de un instrumento musical con una pegatina con el nombre del quinteto de música clásica que tenía en proyecto su exmujer. En las últimas escenas de la película, a comienzos del siglo XXI, los dos protagonistas, ya ancianos, se vuelven a encontrar. Ella se presenta para dar un concierto en la famosa sala de música clásica de Londres donde había trabajado de joven. Allá va acompañada de sus hijos y nietos, él forma parte del público. Cuando se cruzan sus miradas, les embarga la emoción de aquella relación frustrada de su juventud, y que todavía, recuerdan en su interior.

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