VIAJES..

  DE NUEVO, DUBLíN



 Entre julio y agosto de 2015

El estudio del inglés es uno de los atractivos que ofrece la ciudad de Dublin a los numerosos visitantes que tiene durante los meses de verano. La mayoría son jóvenes estudiantes pre y postuniversitarios que quieren mejorar sus habilidades lingüísticas en este idioma. La moneda europea, el Euro, favorece la vida cotidiana en ella. Un inconveniente para aquellos procedentes del sur, de Italia, España o Turquía, es la climatología lluviosa y de temperaturas frescas para esta época del año. La luz del sol brilla por su ausencia la mayoría de los días, sustituida por cielos encapotados que guardan el momento de precipitarse en forma de chaparrones.


O´Connell Street/@fejerod
Irlanda ha sido un alumno que ha hecho sus deberes respecto a la Unión Europea. Fue el primer país que recibió un rescate tras la crisis financiera internacional, y el primero en cumplir las condiciones impuestas por las autoridades de Bruselas. El país se encontraba en una difícil situación de deuda y la única solución fue el duro esfuerzo que tuvieron que pagar los ciudadanos como los de aquellos países en parecidas circunstancias. Bajos salarios, disminución de los derechos laborales, y el primar el funcionamiento del sistema económico, el beneficio empresarial, sobre la calidad de vida de la gente. Las huellas de este proceso parecen más que evidentes al estudiante o al inmigrante que desea trabajar en el país. No hay más salidas que los impuestos por el sistema productivo basado en la libre concurrencia en el mercado. Han tenido como ejemplo para ello a la potencia imperialista que los tuvo bajo su dominio hasta principios del siglo XX, una de las naciones, la británica, defensora a ultranza de la prerrogativas de este sistema.


El Castillo de Dublín/@fejerod
El Reino Unido se encuentra próximo, todavía domina el norte de la isla. Hasta hace poco tiempo ardían las ascuas del conflicto que enfrentaba a parte de sus habitantes por la independencia. Hoy es un enfrentamiento en vías de solución, resuelto por la autonomía política, aunque persiste la dependencia económica, evidente en el empleo de la libra esterlina como moneda y el sistema de medidas específico, que provoca que dos territorios sin fronteras evidentes, la tengan en lo más cotidiano. La lengua inglesa, sin embargo, les une, y es un valor para todo el territorio. Por otra parte la historia irlandesa posee caracteres propios manifestados en su otra lengua oficial, el Gaélico, que hunde sus raíces en la Antigüedad.


Conjunto escultórico a orillas del Liffey/@fejerod
Dublín, la capital de Irlanda, centro político, económico y cultural, muestra en su localización geográfica, en lo edificios, calles, monumentos y jardines, los avatares del pasado hasta confluir en la compleja identidad actual. Numerosos memoriales, unos en forma de placas y otros escultóricos, aluden a personajes ilustres o a simples ciudadanos, a acontecimientos de la historia en los que los irlandeses mostraron su protagonismo. El más famoso conjunto escultórico se encuentra al comienzo de la calle de su mismo nombre, O´Connell, la más populosa, dedicado a uno de los líderes de la independencia frente a los británicos. En  el centro de la misma, otra serie de ellos, dan vida a otros personajes también líderes de las revueltas por la libertad. En el lugar donde estuvo un antiguo monumento dedicado a Nelson, se encuentra hoy una aguja de acero de gran altura, que sirve en mitad de la avenida de punto de encuentro de los ciudadanos.
 
Monumento en los jardines de la Catedral de San Patricio/@fejerod

 Las fachadas de los edificios y los puentes, los jardines y los parques son también los lugares preferidos para recordar a las víctimas de la guerra o los lugares donde nacieron o vivieron. De esta manera se recuerda el hecho que durante la Primera Guerra Mundial murieron alrededor de treinta mil irlandeses que combatieron en las unidades del ejército inglés. También las casas donde nacieron el Duque de Wellington, o los escritores, Oscar Wilde, James Joyce y su familia, o las calles que recorrieron los personajes de sus novelas ambientadas en la capital.


Escultura dedicada a Michael Collins/@fejerod
Los amplios parques rebosantes de vegetación y agua son lugares propicios para la proliferación de esculturas y placas que homenajean el gran legado de los escritores irlandeses: Bernard Shaw, Jonathan Switf, W.B. Yeats, Samuel Becket, y sobre todo, James Joyce, en diferentes sitios de Dublín. Literatura e Historia, son así los componentes fundamentales con los que se encuentra el visitante. Un legado no nos remite a la Historia contemporánea principalmente, pero que tiene presente las huellas desde la Edad Media. A la antigua población de origen celta, se unieron las invasiones vikingas y normandas entorno al río Liffey. Allí, en un promontorio, se construyó el antiguo castillo, luego sede de los gobernadores ingleses. Próximas a él, se encuentran las construcciones góticas de las más importantes sedes conservadas de la iglesia católica: las catedrales de san Patricio y Christ Church.


Crhrist Church/@fejerod
Los irlandeses no adoptaron la reforma protestante. El culto católico, de carácter parroquial o sede de las órdenes religiosas se extiende con prominentes edificios de estilo neogótico o neorrománico por el centro de la ciudad a imitación de aquellas construcciones antiguas. Edificios de piedra granítica que contrastan con las viviendas de todos los grupos sociales en ladrillo visto, de uno o varios pisos, con la entrada enmarcada con columnas, de carácter neoclásico, formando terraced de inspiración británica, especialmente en los barrios georgianos. Este estilo es el propio de los edificios públicos desde el siglo XVIII y las instituciones culturales. Si por un lado, el gótico es el adecuado para las construcciones religiosas, el neoclásico simboliza el poder político, económico y cultural. El propio de la sede del gobierno, de los museos nacionales o de la principal universidad, el Trinity College.
Hugh Lane Gallery/@fejerod
El visitante se encuentra en la Galería Nacional y en la Hugh Lane, las mejores obras pictóricas desde la Edad Media a nuestros días. La primera expone de forma permanente los mejores tesoros, entre los que hay obras de Francisco de Goya, Rubens, Rembrandt, Vermeer, Monet, Berthe Morisot y Pisarro. La segunda es una colección privada, también con interesantes pinturas contemporáneas, en la que se conserva el estudio del irlandés Francis Bacon. Igualmente ofrece exposiciones periódicas de artistas actuales.


The Church Bar/@fejerod
Tras una larga jornada de trabajo, de estudio o de visita turística la mejor costumbre hacia la mitad de la tarde es pasar un tiempo de ocio en los numerosos bares, para entablar relaciones sociales y oir música en vivo. Una afición que también podemos encontrar a lo largo del día por las calles. Al talento literario, los irlandeses unen el interés por la música. La de carácter popular llega a mayor número de gente en los pub, interpretada por solistas normalmente masculinos, acompañados por una guitarra, y a veces, otro músico que toca el acordeón o el banjo. Tocan canciones del folclore tradicional o los grandes éxitos de la música pop-rock, que los clientes bailan y cantan a la vez que degustan las más variadas clases de cerveza, especialmente la Guinness, elaborada a unos centenares de metros. El barrio con mayor actividad cultural y musical, con numerosos locales, se llama Temple Bar, situado a la ribera del río, vecino del centro histórico más antiguo. Allí se puede llegar cruzando uno de los puentes más llamativos por su trazado curvo y sus barandillas de hierro pintado de blanco con faroles, el Ha´penny Bridge.
Torre Marcello, Sandycove/@fejerod
La ciudad de Dublín, puede decirse, se extiende a un lado y a otro del río hacia la costa, que reune un conjunto de localidades residenciales unidas al centro por autobuses y ferrocarril. De sur a norte, destacan Dalkey, y muy cercana, Sandycove, donde se encuentra la famosa Torre Marcello, una antigua fortaleza en la cual residió el escritor James Joyce y se ambienta el inicio del Ulises, su novela más famosa. Hoy es un pequeño museo con objetos y documentos pertenecientes al escritor de entrada libre. A sus pies, en pequeñas calas, o entre las mismas rocas, la gente se aventura a darse un baño. Unida practicamente, se encuentra el puerto y la pequeña villa de Dun Laoghaire, cuyo largo espigón permite alojarse a pequeñas embarcaciones de recreo. Las infraestructuras del puerto y los diferentes centros comerciales, proporcionan el carácter eminentemente turístico del lugar.

Howth, Abadía/@fejerod

Al norte de la franja costera destacaría la península de Howth, que como su nombre informa, es un promontorio, relativamente extenso ocupado desde la prehistoria. A él llegaron los vikingos para pasar a continuación a manos de los normandos. Un barón descendiente de ellos, cuyo título deriva del lugar, tenía bajo su dominio aquellas tierras próximas al mar. Hoy pervive un castillo donde vivieron los descendientes y una abadía más antigua, cuyas ruinas góticas se alzan en un pequeño cementerio en medio del pueblo. Los visitantes pueden disfrutar del activo puerto y la posibilidad de practicar el senderismo sobre los acantilados con vistas imponentes al océano. 

Malahide Beach/@fejerod

Unos kilómetros más al norte se encuentra el castillo y la villa de Malahide. Éste sobresale por su entorno paisajístico, un extenso parque con vegetación ordenada de diferente forma, desde el césped hasta el bosque frondoso, que refuerzan el atractivo visual de la fortaleza, y funciona como lugar para el descanso y la práctica del deporte. No muy lejos, tras atravesar la pequeña población, el visitante puede conocer un pequeño puerto y una extensa playa natural de arena que contrasta con la hierba siempre verde que llega hasta la inmediaciones del agua.

Giant´s Causeway/@fejerod

Si te planteas excursiones más lejanas de la capital, las más renombradas están dirigidas, una vez más a las costas. Hacia el oeste puedes visitar la ciudad pesquera de Galway, y sin perder de vista el mar, las peculiares formaciones rocosas de esta parte de Irlanda, los cliffs, altos y verticales, siendo los más famosos, los que se encuentran en Moher, que suponen un corte espectacular a los prados verdes donde pace el ganado. Hacia el norte, en el territorio todavía bajo el dominio británico, se localizan igualmente acantilados sorprendentes y conjuntos rocosos extensos de forma poligonal originados hace millones de años. Es el Giant´s Causeway, el camino de lo gigantes, un sendero que une diferentes bahías en los cuales se sitúan estas peculiares formas pétreas. El tiempo a menudo lluvioso y con viento casi nunca acompaña la visita, pero a lo lejos, se pueden adivinar las costas escocesas. Fueron los pobladores de estas tierras altas quienes colonizaron esta parte de Irlanda. 

Rope Bridge/@fejerod
La visita a esta parte de la costa se puede completar con el paso por un espectacular puente colgante, el llamado Rope Bridge, que une ésta con un fragmento vertical de la misma de escasa superficie. El turismo masivo hace que el paso por el mismo a veces se demore a causa de que solamente se puede atravesar de uno en uno y en grupos de ocho. Para llegar a estos lugares cuyas características geográficas son similares al resto de la isla, aunque políticamente no, donde ondea una bandera diferente, hay que llegar desde la ciudad de Belfast, un antiguo centro industrial cuyo mayor atracción hoy es el Museo del Titanic, construido en los astilleros donde el barco fue botado. Mientras, no lejos del centro, perviven las huellas, en forma de muros alambrados y murales, que recuerdan el enfrentamiento, una vez violento, que tuvieron las comunidades católica y protestante.

 




EL HALCÓN MALTÉS



Entre julio y agosto de 2014 
 
 Malta, país miembro de la Unión Europea, acoge hoy a numerosos estudiantes que quieren perfeccionar o aprender la lengua inglesa. Alumnos procedentes entre otros países de Chequia, Francia, Turquía, Rusia, Dinamarca, Alemania, Suecia, España y de la cercana Italia. El inglés es uno de los idiomas oficiales del país junto al maltés. El primero consecuencia del colonialismo británico, que gobernó el territorio durante más de dos siglos. El segundo, fruto de la evolución histórica anterior, desde los primeros pobladores prehistóricos, porque la isla, situada al sur de Sicilia frente a las costas norteafricanas de Túnez, ha sido conquistada como punto estratégico para las comunicaciones marítimas, por los principales pueblos del Mediterráneo.
Frente a La Valeta/@fejerod
Hoy, las huellas que dejaron estos pobladores, además de en los idiomas oficiales, se encuentran en los numerosos restos arqueológicos, los pueblos y las ciudades, y en las construcciones religiosas y palacios, y sobre todo, en las murallas y bastiones construidos a lo largo de la costa. Estar en medio del mar no fue de por sí suficiente defensa para protegerse de las agresiones externas desde el mundo Antiguo. Los caballeros hospitalarios de la orden de Malta las tuvieron que construir desde el siglo XVI, cuando fueron expulsados de la Isla  de Rodas para protegerse. Primero se asentaron en la actual Mdina, luego en el Castillo de Sant´Angelo en Vittoriosa, para residir finalmente en la actual capital de La Valette.

Acantilados de Xlendi/@fejerod


Las islas de Malta, junto a Gozo y Comino, tienen un litoral abrupto. La costa oriental posee profundas bahías o creeks muy aptas para hacer de puertos, pero deficientes para albergar extensas playas de arena. El litoral occidental entra en contacto con el mar con altos y cortantes acantilados. A ello se debe la naturaleza geológica del territorio calcáreo, un tipo de roca blanca que sufre la erosión constante del agua, provocando atractivas construcciones naturales como las llamadas Blue Grotto y la Azure Window, esta última en Gozo, de similar composición. Los fondos marinos próximos a estas formaciones pétreas adquieren un brillante color azul por la incidencia de la luz solar y la transparencia de las aguas, que invitan a la práctica del submarinismo, a disfrutar de su calidez con el baño. Fenómeno que se puede comprobar especialmente en la isla de Comino, en el Blue Lagoon, muy visitado por estas fechas por los turistas que se acercan en barcos de todo tipo por unas horas.

Malta desde Mdina/@fejerod
Las islas maltesas hoy no tienen ríos. Los que alguna vez existieron, ya han desaparecido a consecuencia de una climatología caracterizada por las altas temperaturas y la escasez de precipitaciones. Apenas hay vegetación arbórea y el terreno, en estos días de julio y agosto, se encuentra reseco por el sol. La agricultura no es muy rica, pues apenas se observan algún viñedo o huerta, organizados en pequeñas parcelas cerradas por muros de piedra a modo de enclosures. Sin duda, la riqueza económica viene dada por el comercio y el turismo centralizado, uno en el Gran Puerto, cerca de la capital, y el segundo, en ella y en las ciudades próximas, que constituyen un núcleo urbano único, a pesar de ser diferentes. El espacio se aprovecha al máximo porque, en conjunto, la isla es pequeña, pudiendo ser visitada rápidamente de este a oeste, sin más inconvenientes que algunas carreteras mal acondicionadas o con exceso de tráfico, siguiendo la orientación británica de conducir por la izquierda. Los visitantes la pueden recorrer empleando autobuses turísticos de dos pisos que van haciendo paradas en los puntos más significativos, o los autobuses del transporte público, con precios asequibles, que permiten la utilización una y otra vez a lo largo del día o la semana. Igualmente, se pueden emplear las más variadas posibilidades para conocerla por mar, entre isla e isla; recorriendo la costa, o en relación con distintas actividades deportivas. 

La Valeta/@fejerod
La Valeta, su capital se encuentra situada en el lado oriental de la isla, ocupando la superficie de una península, rodeada de profundas bahías. A un lado por el Gran Puerto, y al otro, por el puerto de Marsamxett y la Manoel Island. Constituye, con los alrededores, un conjunto densamente poblado en el que existe una continuidad urbana desde St. Georg´s Bay, Paceville, St. Julian´s y Sliema, hasta Tarxien y Paola, atravesando por las llamadas Tres Ciudades: Vittoriosa, Conspicua y Senglea. El urbanismo de la capital está trazado de forma ortogonal con calles rectilíneas no muy anchas que se cortan en ángulo recto. Apenas se abren pequeñas plazas donde se localizan la catedral o el palacio de los gobernadores, que permiten profundas perspectivas a lo largo y a lo ancho, favorecidas por la irregularidad del terreno. Corresponde a un diseño propio de la época renacentista, aunque el concepto urbano se englobe en la estética barroca. En sus calles se ordenan palacios e imponentes iglesias de este estilo, a cual más grandiosa, que rivalizan con la mismísima concatedral de San Juan, decorada con ricos mármoles, y las renombradas pinturas de Caravaggio, que vivió un tiempo en la isla. Sin embargo, la autoría general se debe al arquitecto y pintor maltés, Mattia Preti, cuya tumba se alberga en el edificio.

Decoración de La Valeta/@fejerod
Numerosas esculturas religiosas de piedra decoran fachadas y esquinas donde se cruzan las calles, incluso se llegan a completar con otras de madera durante las fiestas veraniegas en honor a los distintos santos. La religiosidad católica predomina en el espacio urbano de la capital, que se repetirá, de igual forma, en las más importantes ciudades maltesas, casi todas ellas centralizadas entorno a un imponente edificio de culto. Para reforzar este fervor religioso, las calles estrechas se engalanan de pendones rojos con bordados dorados, que indican la pervivencia de la fiesta barroca en el espacio público, que valora los efectos visuales que impactan sobre las masas populares. Un visitante del sur de Italia o España, no encuentra grandes diferencias con algunas decoraciones que puede ver en las calles y en las iglesias durante las fiestas. Sin embargo, aquí, llevado al exceso, por lo menos en apariencia. Lo mismo podemos observar en las famosas Tres Ciudades, enfrente de la capital, y que pasaron a la posteridad por su resistencia, primero contra los Turcos en el siglo XVI, y luego, en el siglo XX, contra los continuos bombardeos de la aviación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.

Entrada a Mdina/@fejerod
Las ciudades unidas de Mdina y Rabat, fueron el auténtico centro histórico de Malta. Se encuentran situadas en la parte suroeste de la isla y hasta el siglo XVI, constituyeron la capital. Su antigüedad se remonta a la edad del bronce. La importancia como asentamiento romano lo atestiguan los restos de una villa romana y de las numerosas catacumbas, como la de San Pablo, que el turista puede visitar fácilmente. Se cree que el mismo apóstol encontró refugio en el lugar y predicó el Evangelio. Mdina es la ciudad más armoniosa desde el punto de vista urbanístico y arquitectónico de Malta. Deslumbra por su aspecto medieval con calles estrechas e irregulares, rodeadas por altas murallas con entradas monumentales, características que provienen, primero de la ocupación árabe entre el 870 y el 1090, y segundo por el dominio de los señores normandos y españoles de la Corona de Aragón. Desde ella, se puede tener extraordinarias vistas de los campos malteses y de las ciudades costeras. Entre los numerosos edificios construidos entre los siglos XIV al XVIII, destaca la Catedral de San Pablo, la más antigua de la isla, un edificio religioso espectacular de estilo barroco.

Atardecer en Mjandra/@fejerod
La abundancia de ruinas y edificios, así como de esculturas en bulto redondo, se debe a la posibilidad de utilizar las piedra calcárea característica de la isla, fácilmente maleable al trabajo artesanal. Fenómeno que no sólo se produjo en época histórica, sino con los primeros pobladores neolíticos que la habitaron. Las gentes de esta época, como aquellos de la edad del Bronce, crearon una cultura entorno a grandes construcciones megalíticas, en forma de templos en las ciudades de Tarxien y próximas a las de Qrendi y Zurrieq, en los lugares de Mnajdra y Hagar Qim. Esta últimas localizadas frente al mar, en un lugar preciso, que daba cuenta del paso de las estaciones. Son las más espectaculares para el visitante, por la belleza paisajística y el entorno natural, muy cuidado hoy desde el punto de vista ecológico. Si se visitan al atardecer resalta su poder de atracción, combinando la línea de costa, el mar y la pequeña isla de Filfla enfrente.

St. Julian´s/@fejerod
La Malta más moderna y joven, empleada  en el turismo y el comercio, tiene sus puntos de encuentro en los lugares de baño y diversión de las zonas de St. George´s, Paceville y St. Julian´s, donde se agolpan hoteles, restaurantes, apartamentos, residencias y escuelas de idiomas. Si en el pasado los caballeros hospitalarios tenían que pagar como tributo al rey de España, un halcón, hoy, esta ave rapaz, de pequeña envergadura, pero efectiva para la caza, se puede convertir en metáfora de lo que supone este país para los distintos ciudadanos de la Unión Europea que le visitan.
    

EN LA RIVIERA MAYA

Agosto de 2013

Entre Playa del Carmen y Tulum se extiende la parte más significativa de lo que se denomina la Riviera Maya. Comprende un conjunto de hoteles, complejos deportivos y parques de ocio que ocupan el espacio entre el Mar Caribe y la selva tropical de la Península del Yucatán. Las infraestructuas modernas llegan hasta las mismas aguas tras pisar la arena blanca llena de palmerales en la playa con la característica de poseer un grano muy fino y la propiedad de no retener el calor de la radiación solar tanto como la mediterránea. La blancura refuerza la transparencia de las aguas que permite la visibilidad del fondo marino, apenas poblado por especies vegetales, y sí, de las más exóticas clases de animales que a veces se mezclan con los cuerpos de los turistas que se toman un baño en ellas. Por ello un atractivo de la zona sea la práctica de distintos deportes acuáticos  como la vela, el buceo, y el kayak, donde puedes entrar en contacto directo con el medio ambiente marino que en otros mares aparecen lejanos del ser humano.
Playa Azul/Sociarte, 2013

De la misma manera, el turista puede encontrarse en tierra, la misma riqueza natural, imaginándose cómo la selva se extendería por todo el territorio, y en forma de maglares, llegar a la orilla del mar, sino fuera por la creciente actividad humana de la zona. Una abundante vegetación favorecida por las elevadas temperaturas y la humedad provocada por las cortas e imprevistas tormentas durante este mes de agosto. Numerosas aves y reptiles, principalmente diversas clases de serpientes e iguanas, pueblan la espesura vegetal, que el visitante puede contemplar, como aspecto peculiar incluso en las zonas ajardinadas de los mismos lugares de ocio. Fue el habitat peculiar también de diferentes mamíferos, entre los que destaca por su belleza y simbolismo el jaguar.
Selva de Coba/Sociarte, 2013

El turista europeo, por tanto, se encuentra una geografía y una climatología completamente diferentes a las del Viejo Continente, acostumbrado al medio natural y a una temperatura propia del clima templado o frío. En la densa cubierta vegetal de la Península del Yucatán los cursos de agua discurren subterráneos favorecidos por la permeabilidad de los suelos calizos, que construyen numerosas cuevas, algunas con grandes bóvedas de piedra, que dan cobijo a enormes pozas o lagunas denominadas cenotes, otro de los atractivos de ocio para el visitante. Constituyen depósitos naturales de agua dulce, y no es de extrañar, que muchas poblaciones humanas surgieran en la cercanía de ellas, e incluso las considerasen como lugares sagrados.
Cenote Maya/Sociarte,2013

La modernidad de las nuevas instalaciones para la industria del turismo, tanto los resort como los parques de ocio que aprovechan la riqueza natural de la selva y del mar, y contrastan radicalmente con ella, no significan una ocupación reciente del territorio. Los españoles llegaron a estas costas ya a comienzos del siglos XVI, y fundaron en el interior, la ciudad de Valladolid, nombre dado en recuerdo por cierto parecido que el conquistador encontró a dicha ciudad castellana, de una aldea nativa. En este sentido la población indígena ya habitaba esta zona desde hacía dos mil años antes de su llegada. Había construido la portentosa civilización Maya primero, cuyo centro se situaba en el sur, en lo que actualmente es Guatemala, luego influenciada por la cultura Tolteca, hasta su decadencia, poco antes de la llegada de los europeos. Así pues, el visitante puede descubrir las huellas del pasado histórico. Por una parte las lenguas española y maya, que hablan los habitantes de la zona, por otra parte, las primeras construcciones de influencia española realizadas en lo que luego se llamaría México, y sobre todo, los antiguos edificios llevados a cabo por los mayas y toltecas.
Valladolid/Sociarte

Estos pueblos crearon grandes monumentos que formaban complejos de carácter palacial y religioso, que fueron abandonados y ocultos por la selva con el tiempo. En general son grandes construcciones de piedra cuyo tamaño sobrepasa la escala humana, donde se plasmaron los profundos conocimientos matemáticos y de astronomía de esta civilización. Recuerdan a los ejemplos conservados de la antigua Mesopotamia. Destacan dos construcciones sobre todo, la pirámide escalonada, con una o varias vertientes, que culmina con un pequeño templete, y el llamado, juego de la pelota, compuesto por dos grandes rampas paralelas de piedra donde había unos grades aros para introducir la pelota. Una construcción adintelada presidía este juego ritual, que tenía como objetivo el sacrificio humano a los dioses. Al igual que las estructuras adinteladas, la mayas empleaban un falso arco apuntado y una falsa bóveda del mismo tipo. Estos pueblos adoraban a las fuerzas de la Naturaleza y las consideraban como dioses, aquellas que les renovaban la vida un día tras y del medio ambiente que les rodeaba, del cual dependían constantemente. La aristocracia política y religiosa gobernaba estos majestuosos santuarios como expresión de su poder, de los saberes y de la tecnología a la que habían llegado, y que ellos conservaban, y a la que el resto de la población tenía que estar sometido.
Conjunto de Coba/Sociarte

De esta manera, toda la Península del Yucatán se llenó de estas enormes construcciones, existiendo en la actualidad numerosos yacimientos arqueológicos. El más bello complejo arquitectónico de esta civilización el TULUM. Se localiza en la costa junto al mar y está rodeado de murallas de la que los acantilados forman parte. Diferentes construcciones sirvieron de guía a aquellos que navegaban por el mar, otras, las más importantes, cubiertas de estuco coloreado hoy perdido, especialmente el santuario escalonado, se orientaban hacia el interior.
Tulum/Sociarte

CHICHÉN ITZÁ, la boca del agua de los Itzá, es el mayor santuario conservado de la zona, de la que destaca la famosa pirámide central con cuatro vertientes escalonadas y un templo superior adintelado; y el enorme y bello juego de la pelota, entre sus numerosos edificios conservados. Éste último se caracteriza por las rampas laterales de gran tamaño en disposición paralela, recorridos en la parte inferior por relieves de elevada altura que ilustran el sangriento juego ritual.
Chichén Itzá/Sociarte

Menos famosos, pero tal vez más próximos a cómo los dejaron los antiguos mayas, son los complejos de COBA y EK BALAM. En ellos la selva rodea muy próxima las enormes construcciones de piedra. En el primero, el visitante, puede subir por los escalones a la parte superior de la pirámide principal a pesar del deterioro que sufre por el paso del tiempo. En la cima encuentra un pequeño templete adintelado, típico de estas construcciones en altura donde se realizaban los sacrificios rituales, y se podía entrar en contacto de forma precisa con los rayos del sol y con todo el firmamento. En la actualidad puedes disfrutar de un imponente y amplio horizonte de masa boscosa.
Pirámide de Cobá/Sociarte

En el segundo encuentras un entorno similar con numerosas construcciones, algunas de las que no se sabe su funcionalidad, entre las que destaca una pirámide escalonada que sostenía la tumba de uno de los más importantes reyes de la ciudad, decorada con esculturas en alto relieve, siguiendo el estilo recargado decorativo propio de los mayas.
Ek Balam/Sociarte


Estos pueblos vivieron en un entorno para nosotros hostil, que comprendieron y estudiaron para sobrevivir. Llegaron a lo más alto que pudieron en el conocimiento de la Naturaleza a la que admiraron su armonía y su belleza, y adoraron como manifestación del poder de los dioses. Elaboraron una tecnología que les permitió un gran poder político y militar cuyos restos se convervan hoy. El turista descubre un medio ambiente en gran parte primigenio, el de la selva y el del mar, y el de una cultura antigua que alguna vez casi desapareció por completo, pero cuyos aportes en esa interacción con el medio, debe preservar como enseñanza para el futuro, para la propia supervivencia del ser humano.
Ek Balam/Sociarte




 

NEW YORK, NEW YORK...



Entre el 4 y el 11 de agosto de 2012

Cuando llegas a Manhattan y paseas, te impresiona la altura de los edificios en relación a la anchura de las calles. Si te gusta la arquitectura contemporánea podrás disfrutar de una amplia variedad de ejemplos, algunos emblemáticos de su historia. Percibes una ciudad que se ha hecho constantemente a lo largo del siglo XX, y todavía en el siglo XXI. La pujanza económica es menor que en otras épocas, pero todavía poderosa para ir replanteádose el espacio urbano. New York es una ciudad extensa, pero Manhattan, el nucleo, es comprensible y asumible por el visitante que quiera conocerla, y en éste entre los límites norte de Central Park y el Distrito Financiero en el sur frente a Staten Island. Esta zona presenta diferentes contrastes en cuanto al uso residencial de los edificios entorno a Central Park, y puramente económico, distribuido por la mayoría de las zonas del Midtown, el Downtown, Greenwich Village y el Distrito Financiero.


Vista de Manhattan hacia el sur
El visitante puede descubrir una arquitectura propia, original, de edificios de pocas plantas en ladrillo visto con escaleras de emergencia en las fachadas. Pueden ser más o menos modestas al incorporar decoración clásica de columnas en la entrada o en toda la fachada. Las encontramos en diferentes puntos de Manhattan como por ejemplo en el célebre Soho, y se puede pensar que serían los edificios más comunes  de la ciudad hasta que fueran sustituidos por los imponentes rascacielos a lo largo de distintas épocas. Los más famosos son el célebre Empire State Building y el Chrysler Building de la primera mitad del siglo XX, que todavía proporcionan las señas de identidad de Manhattan. El primero de ellos tras los atentados del 11S ha recuperado el puesto de edificio más alto de la ciudad, y es una referencia visual para el visitante, un punto de orientación para el que pasea por sus calles. Los dos ejemplos son igualmente atractivos por su funcionalidad y sobriedad decorativa, aunque el segundo sobresale por la extraordinaria decoración escultórica de las partes intermedias y superiores, semejantes a las alas desplegadas de un águila imperial, cuya forma concreta aparece esculpida en las esquinas.


Chrysler Building
Si subes a la parte superior del Empire State Building, una de las principales atraciones  turísticas de New York, puedes observar cómo una gran mayoría de los edificios altos o rascacielos fueron diseñados con formas cuadrangulares, que de forma escalonada van perdiendo superficie hasta la cima. Pueden ser decoradas más o menos en la parte superior o a lo largo de los paramentos. El estilo más característico es el Art Decó, propio de principios del siglo XX, de la época de mayor esplendor económico durante los años veinte. Por otra parte, la arquitectura en Manhattan apuesta, como es propio de aquella destinada a las clases adineradas de la sociedad, como observamos en Europa, por diferentes estilos historicistas: neogótico, neorománico, neorenacentista del quattrocento italiano, neoprecolombino, neobarroco, neoclásicos del siglo XIX y XX, aunque aquí con una enorme variedad de posibilidades y ejemplos. Se intuyen sus estructuras metálicas de las que los norteamericanos fueron pioneros complementadas con ladrillo visto o piedra.
A partir de los años cincuenta se introdujo la arquitectura acristalada en las fachadas de los edificios, jugando con las formas en las cimas de los mismos. Un ejemplo que todavía hoy mantiene la elengacia y pureza con la que fue concebido, es el Seagram Building, en Park Avenue, diseñado por Mies Van Der Rohe, y que ha servido de ejemplo a multitud de rascacielos de la ciudad, por la combinación del bronce oscurecido y el cristal. Los mejores edificios se encuentran por esta zona del Midtown, en la misma calle, en Lexington Street, 5ª, 6º y 7º avenidas, y en Madison Avenue.  El observador podría decir que existe una evolución de los estilos historicistas de comienzos del siglo XX en la decoración hasta su progresiva ausencia y funcionalidad, valorándose más la superficie acristalada de las enormes construcciones, en detrimento de los paramentos de piedra o de ladrillo con diferentes formas a veces caprichosas de inspiración postmoderna o destructurada. 


Vista de Manhattan
Los edificios civiles de New York son igualmente atractivos. El puente de Brooklyn con una estructura de tirantes y pilares de ladrillo resulta el mejor ejemplo. Otro tanto se puede decir de la estación del ferrocarril, Grand Central, caracterizada por formas poderosas, monumentales para el visitante, pero a la par adaptadas a la escala humana, muy bien imbricadas con el entorno urbano, cuya perspectiva exterior oculta el espacio real que abarca. Todavía perviven carreteras elevadas o scalextris, que en Europa se han desechado dentro de las ciudades, porque el tráfico urbano, sobre todo en la calles principales, se encuentra colapsado frecuentemente. La ciudad está recorrida por el transporte urbano de autobuses y el metro con diferentes líneas, que resulta rápido y práctico, con condiciones óptimas en cuanto al coste para el usuario, si bien el estado material de las instalaciones resulta avejentado, y en cuanto a las altas temperaturas de las estaciones en el verano, supone una incomodidad, y le resta atractivo. Las entradas de las estaciones en las calles, aunque las aceras son bastante anchas, son estrechas o disimuladas dentro de los edificios.


Grand Central Terminal
El viajero puede contemplar cómo la Gran Manzana se va renovando progresivamente: se construyen nuevos rascacielos, sobre todo en la llamada Zona Cero, antes ocupada por las famosas Torres Gemelas, y se consolidan numerosas fachadas, con el inconveniente para el viandante, de la falta de espacio para caminar. Si en determinados lugares ya resulta insuficientes las anchas aceras para la enorme población que las transita camino del trabajo o de compras, los andamiajes dificultan aún más la actividad. Agosto es un mes caluroso para la ciudad de New York, un calor húmedo que refuerza, para aquellos que no están acostumbrados, la sensación de sofoco. Las tormentas alivian las temperaturas y proporcionan, cuando suceden, la impresión de un mundo irreal, futurista, a la manera de los decorados urbanos de la película, Blade Runner. Lluvia intensa, anuncios luminosos de publicidad, andamiajes en edificios altos con decoración historicista un tanto descuidados, y mucha población que busca refugio o continúa su vida aunque sea nocturna por las calles. De la misma manera, que el visitante puede encontrar referencias o sensaciones en el cine paseando por Manhattan, puede comprobar aquellas imágenes grabadas en su memoria de las diferentes películas que ha visto ambientadas en el mismo. Todo un lujo si eres un cinéfilo.


Times Square
New York fue un puerto de entrada desde antiguo para emigrantes y mercancías. En la actualidad, tal actividad, ha dejado de tener la importancia que tuvo y los espacios urbanos que ocupaban se van renovando con un sentido de ocio o residencial. También por el disfrute de los numerosos turistas que le visitamos. Los antiguos embarques se van transformando en zonas de descanso, de restaurantes o para la práctica deportiva, en los cuales se pueden contemplar hermosas vistas urbanas como las que se ven de Brooklyn, de la Estatua de la Libertad o de Jersey. La entrada de inmigrantes en busca del sueño americano, de prosperar en el nuevo continente, proporcionó la riqueza étnica de la población neoyorquina actual, muchos de ellos de origen europeo, irlandeses e italianos; también africano, caribeño, e hispanoamericano de centroamérica y sudamérica, así como asiático, en la que destaca la numerosa población china. 


Escultura frente a la Estatua de la Libertad
El inglés es el idioma oficial, común, pero el español tiene una pujanza extraordinaria en Manhattan por la abundante población trabajadora de origen latino empleada en el sector servicios. Porque esta ciudad la podemos considerar un destino de compras, donde la población se desplaza por sus calles para disfrutar de las numerosas posibilidades de adquirir productos, principalmente de ropa y calzado, de alto nivel o de saldo, según los distritos, sea en grandes almacenes o en tiendas de menor tamaño, de consumo masivo o de lujo. Un consumo que se aprovecha de amplios horarios que provocan, como sucede en Europa, que comprar a cualquier hora y en los mismos lugares, sea una característica del ocio, una forma más del mismo. Esto lo podemos observar especialmente en Times Square, un punto central de confluencia y reunión a todas las horas en Manhattan, donde la propia calle es el espectáculo. En ésta, el visitante apensas encuentra espacio para transitar entre la gente abrumada por los numerosos anuncios publicitarios, la mayoría luminosos, y las tiendas de todo tipo abiertas. Entre estos soportes destaca uno de carácter interactivo que tiene una cámara incorporada y el público se ve reflejado, entra dentro del mismo como imagen estática o en movimiento. De esta manera, el paseante se convierte en objeto o imagen publicitaria, participa a su vez del mensaje del producto que se quiere vender.


Interior del Metropolitan Museum
 Perpendicular a esta plaza, a Broadway, existen numerosos teatros con los musicales más famosos como el Rey León, Chicago o Ghost. Si la ciudad de New York es arte arquitectónico en sí misma por los edificios comentados, los numerosos museos, revisten un singular importancia. Se localizan entorno a Central Park, especialmente en el Upper East Side. El Metropolitan Museum podemos considerarlo como el más importante por la extensión y riqueza de sus colecciones, desde la Antigüedad hasta la actualidad. Impresionan el conjunto de obras procedentes del Egipto Faraónico, o las propias de Europa, desde la Edad Media hasta el Arte Contemporáneo en pintura y escultura, sobre todo la pintura francesa desde el realismo de Courbet hasta el Picasso de la época rosa. Los visitantes españoles podrán  disfrutar de algunos cuadros de Velázquez importantes como el retrato de Juan de Pareja; el patio interior del castillo del Marqués de los Vélez, que se muestra íntegro dentro del museo, así como la reja de la Catedral de Valladolid, en los cuales resulta acertada la exposición, no sólo objetos de una época, sino en un contexto arquitectónico historicista u original para las piezas. En otro ámbito, son numerosos los cuadros de Rembrandt y Vermeer, que se pueden contemplar y de gran calidad.


Guggemgheim Museum
Cercanos a este importante museo se localiza el famoso Guggemgheim, caracterizado por el histórico y original edificio de Frand Lloyd Wright, que contrasta con el entorno urbano cercano a Central Park.  Para el espectador, resulta más pequeño que la idea que se podía tener visto en fotografías. Sin embargo es muy bello y donde pudes disfrutar del arte contemporáneo sin subir escaleras, simplemente paseando en rampas hacia arriba o hacia abajo desde el vestíbulo. Igualmente próxima se encuentra la Neue Galerie con las colección de pintura de Gustav Klimt y el Whitney Museum con su original edificio.
Las señoritas de Aviñón.Detalle.

Más al sur en el Midtown, se encuentra el MOMA, uno de los museos y centros culturales de New York más relevantes dedicado al arte contemporáneo, y del mundo, por cuanto fue pionero en su propia difusión desde principios del siglo XX. En un sobrio edificio, el aficionado puede contemplar la riqueza de las colecciones históricas hasta el arte más reciente con obras escogidas, emblemáticas para la historia del arte, como Las señoritas de Aviñón de Pablo Picasso. Tras la visita a este centro cultural, queda la idea de la importancia que tuvo New York como centro artístico mundial tras las Segunda Guerra Mundial sustituyendo a París, y que hoy puja por continuar con el liderazgo con el creciente mercado y la prosperidad económica asiática.


Frente a Wall Street
 Visitar Manhattan, New York, su oferta de ocio o cultural, supone estimular una reflexión sobre el capitalismo en estos tiempos de crisis económica europea, especialmente española, cuando la mayoría de la población de nuestro entorno está sufriendo las consecuencias. Porque en esta ciudad puedes conocer lo que es la esencia del capitalismo, de la economía de mercado liberal. La prevalencia del negocio frente al bienestar del individuo sometido a los dictados del beneficio. De esta manera se aprecia una extensa precariedad del trabajo para gran parte de la población. La riqueza, la opulencia resultante solo es provechosa para una minoría por la dificultad que impone a la existencia las leyes del mercado. Manhattan es un claro ejemplo, deslumbrante, por cuanto los exitosos negocios han dejado su huella en una urbe singular, un riqueza que se ha plasmado en edificios, museos e historias de ficción, pero inquieta la excesiva desregulación  económica, el dominio de los procesos económicos sobre el ser humano, que benefician casi siempre a un pequeño grupo, frente al resto de la población que sobrevive, y que no recibe por la debilidad del estado, las oportunidades que se merecen, un presente y un futuro justo.

Estatua de la Libertad al atardecer





 
A PORTRAIT OF DUBLÍN
(As A Young Man)

Entre el 7 y el 21 de agosto de 2011

El río Liffey corta el centro de la ciudad de Dublín hasta su desembocadura en el oceáno Atlántico. En otro tiempo navegable y vía de comunicación de las barcazas llenas de barriles de cerveza Ginness, una de las mayores fuentes de riqueza de Irlanda, ha dado paso a una bella decoración, que atraviesan diferentes puentes, algunos de ellos con su propio nombre. El más transitado es el O´Connell bridge, el más coqueto, el Ha´Penny. El primero lo atravesaba cada mañana en dirección a la academia de inglés en Grafton Street, una calle comercial. Me sorprendía el bajo nivel de las aguas del río a esa hora, las gavíotas y las palomas comiendo los desperdicios que los cientos de transeuntes dejaron el día anterior por las calles.
Ha´Penny Bridge
El segundo lo pasaba de regreso a la residencia, Broadstone Hall, al norte del centro, al mediodía o al final de la tarde, coincidiendo con numerosos viandantes que hacían el mismo recorrido hacia el sur, hacia la zona más bulliciosa de Temple Bar, lugar de reunión de numerosos pubs y locales de diversión. Entre ellos el turístico y famoso, Temple Bar, que da nombre al barrio, un laberinto de espacios donde degustar las cervezas más famosas y oir música en directo a distintas horas.
Estudiar inglés en Dublín te permite conocer la ciudad y a los irlandeses, más abiertos y próximos a los numerosos estudiantes españoles residentes, que sus vecinos y antiguos dominadores británicos. A nosotros nos interesa la lengua inglesa, pero ellos tienen otra que da nombre a las calles de la capital de igual forma, y de la que no se oye hablar, el gaélico, una primitiva y enraizada lengua europea, signo de la cultura propia del país.
La lluvia protagoniza los quince días de estancia. Llueve casi todos los días, normalmente una lluvia suave y de corta duración. Cuando sale la luz del sol, te proporciona una visión completamente diferente de una ciudad que parece oscura, no sólo por el color del ladrillo o la piedra con la que se construyen sus edificios más antiguos.
Los siglos pasados que dejaron mayor huella en sus calles, son el siglos XVIII y el XIX, cuando se construyeron las casas de ladrillo visto y entrada neoclásica de piedra de estilo georgiano, edificios de varios pisos y normalmente estrechos que uniformizan la estética de las calles. Totalmente de estilo neoclásico en piedra son numerosos edificios oficiales como el Parlamento, The Four Courts, el Trinity College, los museos nacionales de Historia y Pintura, la Biblioteca Nacional, y numerosas e imponentes iglesias, como la llamada Catedral.
South Georgian Area

De todas las maneras, los edificios que proporcionan un aspecto más sorprendente al visitante, son las numerosas iglesias, parroquias en estilo neogótico, de gran altura, que contrastan con los edificios más modestos de alrededor, y que contribuyen a la imagen llena de contrastes que proporciona Dublín, entre la riqueza y la pobreza, entre la belleza y la fealdad, entre la cultura y la incultura, entre lo antiguo y lo moderno, de sus edificios, de sus habitantes.
Desde Broadstone Hall
Puedes contemplar numerosas estatuas en bronce cuando transitas por las calles. La mayoría son representaciones realistas en honor de los políticos relevantes del país que contribuyeron a su independencia, a su libertad, porque Irlanda desde Dublín proporciona la imagen de nación oprimida durante mucho tiempo.
La más famosa, la dedicada a O´Connell, al inicio de la calle de su nombre y en frente del puente homónimo. Nos encontramos también la escultura de uno de sus escritores más famosos, James Joyce, en una tierra de relevantes literatos contemporáneos, en una calle próxima a esa, que retrató de forma extraordinaria la vida de la capital, en varias de sus obras, como nos recuerdan placas en relieve de bronce situadas sobre los lugares que sus personajes de ficción transitaron. Acompañan a cualquier visitante una serie de esculturas repartidas por el centro representando a indigentes, una característica de una parte de la población que habita en sus calles, afectados por el alcoholismo o la drogadicción con un sentido inclusión, de mostrar que ellos existieron y existen, no solo el honor a los más grandes políticos y escritores, sino al más común y depauperado irlandés.
Crist Church Place

En el centro de Dublín, por tanto, se respira cultura, una gran tradición literaria del siglo XIX y XX: Yeats, James Joyce y Samuel Becket; la situada en los más relevantes museos nacionales de Irlanda; y un gran gusto por la música, la propiamente suya y la moderna, en los numerosos locales de diversión, o en la propia calle, donde músicos con un nivel mayor de lo normal para tal localización amenizan tu paseo. Los fines de semana con una simple guitarra, animan la estancia en los pubs con las versiones de canciones pop y rock de éxito y satisfacen la necesidad de diversión de los clientes que responden bailando o cantando a la calidad de la interpretación, la buena cerveza que se degusta en los mismos. Los lunes, tras el intenso fin de semana, viene la calma. Suenan baladas llenas de melancolía, por la soledad y la necesidad del amor. Nada mejor para el comienzo de la semana, sobre todo si fue tan lluvioso y oscuro como el lunes 15 de agosto, que sonaban de forma extraordinaria entre los clientes del pub, The Church, que empezaban a cenar o tomaban unas copas. Un local que adapta un edificio religioso reconstruido para las tareas del ocio, de gran fama y atractivo, por lo que supone sentir la semejanza entre el placer de la belleza arquitectónica, placas conmemorativas decoran sus paredes, y el de la comida y la bebida.

Música tras el cristal

Te encuentras, por otra parte, con los mismos rasgos que proporciona la globalización económica actual. Calles comerciales llenas de franquicias de comida rápida o ropa, y que se repiten en cualquier centro urbano  europeo. Nada nuevo. Sin embargo la capital irlandesa es menos multicultural como lo puede ser Madrid. Hay mayor uniformidad en la población casi toda occidental en sus calles.
Amanece temprano en Dublín y oscurece tarde, un prologando crepúsculo que las aguas del río Liffey reflejan en su esplendor. La ciudad tiene un corazón vikingo a sus orillas. Cualquier visitante puede contemplar las calles transitadas entre antiguos escenarios del pasado. Apariencias de una realidad social compleja y sobre todo de la presencia individual más duradera entorno al amor, la amistad y la felicidad...
Anochecer. Ha´Penny brigde